"Hay que escuchar las necesidades del pueblo", afirmó invitando a los pequeños a repetir esta frase en coro, con su habitual estilo paternalmente afectuoso
| El Papa Francisco saluda a los niños del Dispensario Santa Marta |
Reunido esta
mañana en el Aula Pablo VI con los trabajadores del Dispensario Santa Marta,
organización caritativa que celebra su centenario, el Papa Francisco vivió un
momento de celebración mientras conversó con los niños y sus familias. A ellos
les reiteró la importancia de atender las necesidades de un hermano o hermana
necesitado, aunque "no sea una buena persona o hable mal de mí".
"La prioridad -subrayó- no es mirar hacia otro lado, sino acudir en su
ayuda".
Fue un momento de encuentro gozoso el que vivió el
Papa esta mañana en el Aula Pablo VI del Vaticano junto a unas 350 personas que
forman parte de las actividades del Dispensario Pediátrico Santa Marta. En el
ambiente festivo e íntimo prenavideño, como si fuera una especie de oratorio
parroquial, Francisco interactuó con los niños presentes.
"Hay que escuchar las necesidades del
pueblo", afirmó invitando a los pequeños a repetir esta frase en coro, con
su habitual estilo paternalmente afectuoso. En presencia también del Cardenal
Konrad Krajewski, de la Limosnería Apostólica; el Dispensario organizó este
encuentro en el cuarto domingo de Adviento, en el que también repartieron
pequeños regalos navideños con juguetes y ropa recibidos en estos días gracias
a la solidaridad de muchos.
Observar y escuchar las necesidades de las personas
"Amor por el otro" dijo una de las niñas que
participó en este evento conversando con Francisco. Aquí, la síntesis
evangélica que el Papa subraya como una buena respuesta. "Significa
que debemos escuchar las necesidades de la gente. Si no miramos las necesidades
a la cara nunca las entenderemos".
Asimismo, el Santo Padre se detuvo a analizar la
palabra "escuchar", una palabra que definió como importante:
"Una persona que no escucha a los demás sólo se
escucha a sí misma. Es aburrido escucharse a uno mismo. Es mejor escuchar a los
demás", explicó el Papa, "porque puedes entender sus necesidades y
exigencias".
En este contexto, Francisco invitó nuevamente a todos
a repetir: "escuchar para entender". Y todos los niños gritaron estas
palabras en voz alta, mientras el Papa bromeaba haciéndose el sordo, para que
el coro lo repitiese más fuerte y esas palabras se fijen en la mente y el
corazón.
Un siglo de caridad fraterna
El Dispensario Pediátrico Santa Marta fue fundado el 8
de mayo de 1922, con la bendición del Papa Pío XI. Encargado a las Hermanas
Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl que trabajan en Santa Marta, en el
Vaticano, colabora con los médicos voluntarios del Hospital Bambino Gesù, de la
Asociación de los Santos Pedro y Pablo, de particulares y de otras instituciones
sanitarias de Roma, así como de voluntarios laicos, cuyo compromiso y apoyo
contribuyen a mantener la organización.
Como recordó uno de ellos en su
saludo al Papa Francisco, el Dispensario ofrece escucha, asistencia sanitaria y
psicológica, servicios de secretaría social y manutención a familias de todas
las confesiones religiosas en nombre de la máxima hospitalidad y generosidad.
"Damos afecto y cercanía sin más expectativa que una sonrisa", dijo.
Y el estilo es el que enseña la Encíclica Fratelli tutti, que guía las acciones
ocultas y fecundas de esta realidad palpitante de la vida.
Antonella Palermo - Ciudad del Vaticano
Vatican News