El arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, alerta a los católicos que la "conciencia de los ángeles ha disminuido" al vivir "abrumados por una comprensión totalmente material de la realidad"
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Dominio público |
Alerta
a su comunidad de creyentes, la comunidad católica más grande del país que hoy
en día, "nuestra conciencia de los ángeles ha
disminuido". Y la razón, según su opinión, es que
esta pérdida de la conciencia de "lo invisible" se produce "al
vivir en una sociedad secular, donde estamos abrumados por una
comprensión totalmente material de la realidad".
Gómez
rubrica: "Olvidamos que hay más en este mundo de lo que podemos ver o
captar con nuestros sentidos, o medir con nuestras ciencias".
Con
motivo de esta fiesta y del año jubilar de la fundación de la Misión San
Gabriel Arcángel en su ciudad, anima a sus fieles a "crecer
en nuestra conciencia del gran don que tenemos en nuestros ángeles".
"Cosas visibles e
invisibles"
El
presidente de los obispos norteamericanos recuerda que los católicos creen en
la existencia de "un mundo que no se ve, un mundo del Espíritu que se
mueve debajo de las noticias, los eventos y las apariencias de la vida
cotidiana. La creación incluye “cosas visibles e invisibles”,
como decimos en nuestra confesión de fe", señala.
En
su carta, explica la función de los ángeles y el motivo de su existencia:
"ayudarnos a llegar al cielo".
"La
hermosa verdad revelada por Jesús es que cada uno de nosotros tiene un
santo ángel de la guarda. Nuestros ángeles nos son dados, una hermosa
señal del amor y el cuidado de Dios, para que caminen con nosotros y nos
protejan en el viaje de nuestra vida. Desde el momento en
que nacemos hasta que exhalamos nuestro último aliento, estamos constantemente
en compañía de nuestros ángeles y bajo su atento cuidado".
Desarrollar nuestra conciencia de los
ángeles
Mons.
Gómez da algunas pautas para desarrollar nuestra conciencia de los ángeles y su
poder. Por ejemplo, "adquirir el hábito de saludar y hablar con nuestro
ángel durante el transcurso del día. Quizás le pida a su ángel que le
ayude a encontrar las palabras adecuadas para decir en una
conversación. O pida luz y guía que le ayuden a mantenerse
en el camino de seguir a Jesús. Cuando estés orando por las personas,
pídeles a sus ángeles de la guarda que las vigilen".
Y
recuerda a todos los católicos a recuperar el hábito de rezar la oración que
aprendimos de niños además de animar a los padres a inculcar en sus hijos esta
devoción. El arzobispo de Los Ángeles recuerda su oración de niño: “Ángel
de Dios, mi guardián querido, a quien el amor de Dios me encomienda aquí,
siempre este día estarás a mi lado, para alumbrar y custodiar, para regla y
guía. Amén."
Un amigo de toda la vida
Uno
de mis maestros espirituales, san Josemaría Escrivá, tenía una gran devoción
por los ángeles. Una vez escribió: “Ten confianza en tu ángel de la
guarda. Trátelo como un amigo de toda la vida,
eso es lo que es, y él le prestará mil servicios en los asuntos ordinarios de
cada día", añade.
Fuente: ReligionConfidencial