Lo dijo el Papa Francisco esta mañana a los casi cuatro mil fieles de su diócesis reunidos en el Aula Pablo VI, con motivo del inicio de un proceso sinodal que, explicó el Santo Padre, significa esencialmente "caminar juntos"
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Además, el
Obispo de Roma describió el proceso sinodal que comenzará en octubre y también
se refirió a la importancia de la diócesis mientras la Iglesia trabaja unida
para sentirse parte de "un gran pueblo"
Al dirigirse esta mañana a unos cuatro miel fieles de
la diócesis de Roma, de la que el Papa es su Obispo, reunidos en el Aula Pablo
VI de la Ciudad del Vaticano, Francisco se refirió al próximo Sínodo, cuyo tema
es: "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión". Al
respecto, el Santo Padre dijo que es como un camino en el que está
comprometida toda la Iglesia.
De octubre de 2021 hasta octubre de 2023
Francisco también señaló que el Sínodo tendrá lugar
entre octubre de 2021 y octubre de 2023, y que el itinerario ha sido concebido
como "un dinamismo de escucha recíproca, realizado a todos los niveles de
la Iglesia, que implica a todo el pueblo de Dios".
Primera etapa
La primera etapa del proceso (de octubre de 2021 hasta
abril de 2022) es la que concierne a cada una de las Iglesias diocesanas. El
Santo Padre dijo textualmente:
“Por eso estoy aquí, como su Obispo, para compartir,
porque es muy importante que la diócesis de Roma se comprometa con convicción
en este camino”
Caminar juntos
Además, Francisco explicó que "la sinodalidad
expresa la naturaleza de la Iglesia, su forma, su estilo, su misión". La
palabra "sínodo", de hecho, contiene todo lo que necesitamos
entender: "caminar juntos".
El libro de los Hechos de los Apóstoles
Refiriéndose al libro de los Hechos de los Apóstoles
como "el primer y más importante 'manual' de eclesiología", el Papa
señaló que narra la historia de un camino que comienza en Jerusalén y que, tras
un largo recorrido, termina en Roma.
Todos son protagonistas
Este camino, dijo, cuenta la historia en la que
caminan juntos la Palabra de Dios y el pueblo que dirige su atención y su fe a
esa Palabra. "Todos son protagonistas – dijo el Papa – nadie puede ser
considerado un mero extra. A veces puede ser necesario salir, cambiar de
dirección, superar convicciones que nos frenan y nos impiden avanzar y caminar
juntos".
Atención a las necesidades de los pobres
El Papa observó que hay problemas que surgen en la
organización del creciente número de cristianos, y "especialmente en la
atención a las necesidades de los pobres". El camino para encontrar una
solución – dijo Francisco citando el Libro de los Hechos de los Apóstoles –
"es reunir a la asamblea de discípulos y tomar la decisión de nombrar a
esos siete hombres que se comprometan a tiempo completo con la diaconía, el
servicio de las misas".
Fase diocesana
Volviendo al proceso sinodal, el Papa dijo que la fase
diocesana es muy importante porque implica escuchar a la totalidad de los
bautizados. De ahí que Francisco subrayara que:
“Hay mucha resistencia a superar la imagen de una
Iglesia rígidamente dividida entre dirigentes y subordinados, entre los que
enseñan y los que tienen que aprender, olvidando que a Dios le gusta volcar las
posiciones. Caminar juntos descubre la horizontalidad y no la verticalidad como
línea”
El sensus fidei
El sensus fidei (es decir "el
sentido de la fe") capacita a todos en la dignidad de la función profética
de Jesucristo", dijo también el Obispo de Roma, para poder “discernir
cuáles son los caminos del Evangelio en el presente".
Más adelante el Santo Padre explicó que "el
ejercicio del sensus fidei no puede reducirse a la
comunicación y a la comparación de las opiniones que podamos tener sobre tal o
cual tema, tal aspecto de la doctrina, o tal regla de disciplina". Y
añadió:
Para todos
"Es
necesario sentirse parte de un único gran pueblo destinatario de las promesas
divinas", continuó explicando el Papa Francisco:
“Abierto
a un futuro que espera a todos para participar en el banquete preparado por
Dios para todos los pueblos”
No es un
privilegio
Además, el
Papa dijo:
“Quisiera
señalar que también sobre el concepto de 'pueblo de Dios' puede haber
hermenéuticas rígidas y antagónicas, quedando atrapados en la idea de una
exclusividad, de un privilegio, como sucedió con la interpretación del concepto
de 'elección', que los profetas corrigieron, indicando cómo debe entenderse
correctamente”
De hecho,
el Santo Padre subrayó que “no es un privilegio, "sino un don que alguien
recibe para todos, que hemos recibido para los demás, una responsabilidad".
La escucha
En el
camino sinodal, de hecho, Francisco puso de manifiesto que la escucha debe
tener en cuenta el sensus
fidei, pero no debe pasar por alto todas esas "corazonadas" que
se encarnan donde no las esperamos: puede haber una "corazonada sin ciudadanía",
pero no por ello menos eficaz. Hacia la conclusión de su discurso el Papa dijo:
“He
venido aquí para animarlos a tomar en serio este proceso sinodal y para
decirles que el Espíritu Santo los necesita”
No dejar a
nadie afuera o atrás
Y los
animó a escuchar al Espíritu Santo escuchándose ellos mismos. A la vez que les
pidió que no dejen a nadie afuera o atrás. Algo que – dijo Francisco –
“vale no sólo para los presentes, sino para toda la Iglesia, que no se
fortalece sólo reformando estructuras, dando instrucciones, ofreciendo retiros
y conferencias, o a fuerza de directivas y programas, sino si redescubre que es
un pueblo que desea caminar junto, entre sí y con la humanidad. Un pueblo, el
de Roma, que contiene la variedad de todos los pueblos y todas las condiciones:
¡qué extraordinaria riqueza, en su complejidad!".
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