"Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán." (Marcos 11, 24)
![]() |
Shutterstock |
Desde hace muchos años, aprendí algo que cambiaría
el rumbo de mi vida: “Las Promesas de Dios se cumplen, al pie de la letra”. No
hablamos de una promesa que leímos al azar, sino de todas. Hay más de 3,500
promesas para ti, según los entendidos. ¿Cómo puedo aprovecharlas en mi vida
cotidiana?
Primero debes leer la Biblia para
conocerlas. Me percaté lo poco que muchos católicos leemos las
Sagradas escrituras. Te animo a hacerlo. Vas a descubrir que muchas de las promesas
que están para ti, tienen que ver con “la oración”.
Sin duda este rato que vas a invertir escuchando a Dios en su
Palabra, cambiará tu vida y te animará a rezar más.
Me di cuenta que la oración era
fundamental en todas mis actividades. Y que, para llevar
adelante cualquier proyecto, necesitaba dedicar antes un tiempo a la
oración.
Es tan importante oración que en muchos monasterios la vida se
desarrolla trabajando y orando. Fue san Benito quien reflejó la vida monástica
benedictina con esta famosa alocución latina: “Ora et labora” (Reza
y trabaja). Sin duda, fue un monje extraordinario. Te recomiendo leer este
artículo que publicó Aleteia sobre lo que nos enseña san Benito para poner
orden en nuestras vidas. Seguro que te ayudará muchísimo.
Una decisión importante en mi vida
Ahora bien, estás por tomar una
decisión trascendental. “¿Qué hago?”.
Busca una Biblia. Seguro tienes una en casa y si no, apresúrate,
ve a una librería católica y pide una. Si empiezas a leerla descubrirás escenas
extraordinarias que se convertirán en un norte para conquistar sueños y metas
en tu vida. Te compartiré ésta que me impresiona mucho. Tiene que ver con
Jesús. Lee con cuidado.
«Sucedió que por aquellos días se fue él al monte a orar, y se pasó la
noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus
discípulos, y
eligió doce de entre ellos, a los que llamó también
apóstoles.» (Lucas 6, 12-13)
¿Te diste cuenta?
Jesús antes de tomar la decisión que cambiaría el rumbo de la
naciente iglesia, pasó la noche en oración. Fue lo primero que hizo, nos
mostraba la importancia de la oración. Y al día siguiente eligió a los doce
apóstoles.
¿Quieres que te vaya bien en tus
proyectos?
Sabes lo que debes hacer. Dedica un buen tiempo a la oración, que
no sea distraída, apurada porque tienes otros asuntos que atender. Créeme,
ninguno va a ser más importante que éste. Pide a Dios que te ilumine, bendiga
tu proyecto, envíe su Santo Espíritu, te guíe y te muestre sus designios.
Ahora lo sabes. Antes de tomar una decisión importante, no
importa de qué tipo, reza. Y Dios te bendecirá.
Claudio de Castro
Fuente: Aleteia