Aquí te contamos algunos hechos milagrosos, poco conocidos y actuales que ocurrieron gracias a la intercesión del Padre Pío, luego de que un sacerdote rezara y permitiera tocar una reliquia de primer grado del santo fraile capuchino
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Crédito: Flickr - Jim, The Photographer (CC BY 2.0) |
El P. John Zeller, miembro Misioneros Franciscanos de la Palabra
Eterna y director del departamento de peregrinación del canal católico EWTN en
Birmingham (Estados Unidos), contó en una entrevista algunas de estas
historias.
El P. Zeller ha sido el custodio por muchos años de dos pedazos de
una venda
ensangrentada que cubrió las heridas producidas por los estigmas del Padre Pío.
Luego, entregó una de las reliquias a su comunidad y se quedó con la otra.
“Tuve la oportunidad de rezar con mucha gente y ha habido casos
donde hubieron, diría, algunas curaciones”, dijo. El padre se enteró de los
hechos milagrosos porque las personas por las que rezó se le acercaron meses
después para decirle que estaban curadas.
Primer milagro
Una de estas curaciones sucedió en el Santuario del Santísimo
Sacramento en Hanceville, durante la fiesta de la Virgen de Fátima, cuando con
dos sacerdotes oraron por los fieles con las reliquias y con el guante del
Padre Pío, que pertenecía a la Madre Angélica.
Mientras oraban se acercó una mujer que sufría de ciática, un
dolor muy fuerte que va desde la parte trasera de la pierna hasta el pie. El P.
Zeller rezó por ella y después la mujer volvió a su sitio y le dijo a su
esposo: “Estoy curada”.
Segundo milagro
En otra ocasión oró con la reliquia sobre la hija de doce años de
una pareja de amigos que sufría de una infección de oído y que “parecía que no
desaparecería”.
El sacerdote colocó la reliquia en la oreja afectada y rezó: “Ella
cayó al suelo (...) no pude sostenerla porque no sabía qué estaba pasando,
estaba un poco asustado de que algo le hubiera pasado”. Sin embargo, la madre
dijo que “estaba en el descanso en el espíritu”.
La joven se curó de la infección y no volvió a recaer.
Tercer milagro
Otro caso de curación se dio en una mujer de 40 años que sufría una
enfermedad en el corazón y cuando rezó por ella con la reliquia quedó sana.
Sobre estas curaciones milagrosas, el P. Zeller dijo que “no soy yo, sino la
intercesión de San Padre Pío”.
El don
El sacerdote comentó a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que
solía pensar que el Padre Pío era una persona muy seria y tenía miedo de pedir
su intercesión. Sin embargo, descubrió que “fue un fraile muy alegre” y cuando
viajó a San Giovanni Rotondo entendió que la seriedad del santo era porque éste
“sabía cuándo la gente no estaba arrepentida”.
“Se dice que incluso podía
oler el pecado, yo ni me imagino cómo olerá la separación
eterna de Dios”, concluyó.
Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado
originalmente en CNA.
Fuente: ACI
Prensa