NUEVAS NORMAS SOBRE LA MISA ANTIGUA, MAYOR RESPONSABILIDAD PARA EL OBISPO

El Papa publica un motu proprio para redefinir las modalidades de uso del misal preconciliar: las decisiones vuelven a estar a disposiciĆ³n de los pastores de las diĆ³cesis

El nuevo Misal presentado por el Papa a la
Conferencia Episcopal italiana

Los grupos vinculados a la antigua liturgia no deben excluir la legitimidad de la reforma litĆŗrgica, los dictados del Concilio Vaticano II y el Magisterio de los PontĆ­fices.

El Papa Francisco, tras consultar a los obispos del mundo, ha decidido cambiar las normas que rigen el uso del misal de 1962, que fue liberalizado como "Rito Romano Extra-Ordinario" hace catorce aƱos por su predecesor Benedicto XVI. El PontĆ­fice ha publicado hoy el motu proprio "Traditionis custodes", sobre el uso de la liturgia romana anterior a 1970, acompaƱƔndolo de una carta en la que explica los motivos de su decisiĆ³n. Estas son las principales novedades.

La responsabilidad de regular la celebraciĆ³n segĆŗn el rito preconciliar vuelve al obispo, moderador de la vida litĆŗrgica diocesana: "es de su exclusiva competencia autorizar el uso del Missale Romanum de 1962 en la diĆ³cesis, siguiendo las orientaciones de la Sede ApostĆ³lica". El obispo debe asegurarse de que los grupos que ya celebran con el misal antiguo "no excluyan la validez y legitimidad de la reforma litĆŗrgica, los dictados del Concilio Vaticano II y el Magisterio de los Sumos PontĆ­fices".

Las misas con el rito antiguo ya no se celebrarĆ”n en las iglesias parroquiales; el obispo determinarĆ” la iglesia y los dĆ­as de celebraciĆ³n. Las lecturas serĆ”n "en lengua vernĆ”cula" utilizando las traducciones aprobadas por las Conferencias Episcopales. El celebrante serĆ” un sacerdote delegado por el obispo. El obispo tambiĆ©n es responsable de verificar si es oportuno o no mantener las celebraciones segĆŗn el antiguo misal, comprobando su "utilidad efectiva para el crecimiento espiritual". De hecho, es necesario que el sacerdote encargado tenga en mente no sĆ³lo la celebraciĆ³n digna de la liturgia, sino tambiĆ©n la atenciĆ³n pastoral y espiritual de los fieles. El obispo "se preocuparĆ” de no autorizar la creaciĆ³n de nuevos grupos".

Los sacerdotes ordenados despuĆ©s de la publicaciĆ³n del Motu proprio de hoy que pretendan utilizar el misal preconciliar "deberĆ”n presentar una solicitud formal al obispo diocesano, que consultarĆ” a la Sede ApostĆ³lica antes de conceder la autorizaciĆ³n". Mientras que, los que ya lo hacen, deben pedir permiso al obispo diocesano para seguir utilizĆ”ndolo. Los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostĆ³lica, "en su momento erigidos por la ComisiĆ³n Pontificia Ecclesia Dei", pasarĆ”n a depender de la CongregaciĆ³n para los Religiosos. Los Dicasterios de Culto y de la Vida Religiosa velarĆ”n por el cumplimiento de estas nuevas disposiciones.

En la carta que acompaƱa al documento, el Papa Francisco explica que las concesiones establecidas por sus predecesores para el uso del misal antiguo fueron motivadas sobre todo "por el deseo de favorecer la recomposiciĆ³n del cisma con el movimiento liderado por el arzobispo Lefebvre". La peticiĆ³n, dirigida a los obispos, de acoger generosamente las "justas aspiraciones" de los fieles que pedĆ­an el uso de ese misal, "tenĆ­a, por tanto, una razĆ³n eclesial para recomponer la unidad de la Iglesia". Esa facultad, observĆ³ Francisco, "fue interpretada por muchos dentro de la Iglesia como la posibilidad de utilizar libremente el Misal Romano promulgado por San PĆ­o V, determinando un uso paralelo al Misal Romano promulgado por San Pablo VI".

El Papa recuerda que la decisiĆ³n de Benedicto XVI con el motu proprio "Summorum Pontificum" (2007) se apoyĆ³ en "la convicciĆ³n de que tal medida no pondrĆ­a en duda una de las decisiones esenciales del Concilio Vaticano II, socavando asĆ­ su autoridad". Hace catorce aƱos, el Papa Ratzinger declarĆ³ infundados los temores de escisiĆ³n en las comunidades parroquiales, porque, escribiĆ³, "las dos formas de uso del Rito Romano pueden enriquecerse mutuamente". Pero la encuesta promovida recientemente por la CongregaciĆ³n para la Doctrina de la Fe entre los obispos aportĆ³ respuestas que revelan, escribe Francisco, "una situaciĆ³n que me apena y me preocupa, confirmĆ”ndome en la necesidad de intervenir", cuando el deseo de unidad ha sido "gravemente despreciado", y las concesiones ofrecidas con magnanimidad han sido utilizadas "para aumentar las distancias, endurecer las diferencias, construir oposiciones que hieren a la Iglesia y obstaculizan su camino, exponiĆ©ndola al riesgo de la divisiĆ³n."

El Papa se mostrĆ³ apenado por los abusos en las celebraciones litĆŗrgicas "de un lado y de otro", pero tambiĆ©n por "un uso instrumental del Missale Romanum de 1962, cada vez mĆ”s caracterizado por un creciente rechazo no sĆ³lo de la reforma litĆŗrgica, sino del Concilio Vaticano II, con la afirmaciĆ³n infundada e insostenible de que traicionaba la TradiciĆ³n y la 'verdadera Iglesia'". Dudar del Concilio, explica Francisco, "significa dudar de las intenciones mismas de los Padres, que ejercieron solemnemente su potestad colegial cum Petro et sub Petro en el concilio ecumĆ©nico, y, en definitiva, dudar del mismo EspĆ­ritu Santo que guĆ­a a la Iglesia".

Finalmente, Francisco aƱade una Ćŗltima razĆ³n para su decisiĆ³n de cambiar las concesiones del pasado: "es cada vez mĆ”s evidente en las palabras y actitudes de muchas personas que existe una estrecha relaciĆ³n entre la elecciĆ³n de las celebraciones segĆŗn los libros litĆŗrgicos anteriores al Concilio Vaticano II y el rechazo de la Iglesia y sus instituciones en nombre de lo que juzgan como la 'verdadera Iglesia'. Es un comportamiento que contradice la comuniĆ³n, alimentando ese impulso hacia la divisiĆ³n... contra el que el apĆ³stol Pablo reaccionĆ³ con firmeza. Es con el fin de defender la unidad del Cuerpo de Cristo que me veo obligado a revocar la facultad concedida por mis predecesores".

Vatican News