La infancia de Jesús ha motivado una gran devoción en muchos corazones a lo largo de la historia y en la actualidad la imagen del Niño Dios es expuesta en parroquias, capillas, iglesias o casas alrededor del mundo.
Dominio público |
1. La confianza en la niñez está fundada en la Biblia
Desde las Sagradas Escrituras, Dios nos recuerda que debemos
transformar nuestros corazones para ser parecidos a Jesús, al reconocer nuestra
pequeñez y depender de la ayuda divina como niños.
“Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis
en el Reino de los Cielos”, indica Jesús en el Evangelio de Mateo.
En el Evangelio de Juan, Cristo también invita a que confiemos en
Él. “Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo”, afirma Jesús.
2. Es una devoción muy antigua entre los católicos
Antiguos escritos indican que la devoción al Divino Niño empezó en
el Monte Carmelo (Israel), donde, según la tradición, Jesús iba frecuentemente
a pasear y a rezar con sus padres, San José y la Virgen María, y sus abuelos
San Joaquín y Santa Ana.
El Niño Jesús se ganó el aprecio y cariño de las personas que se
reunían también a orar en el monte, quienes, después de la ascensión de Cristo,
continuaron con la devoción al Niño Jesús.
Años más tarde, los carmelitas
extendieron el amor por la infancia de Jesús a todo el mundo.
3. Varios santos difundieron la devoción
San Antonio de Padua y San Cayetano fueron muy devotos del Niño
Jesús, y por eso se les representa llevándolo en brazos. Incluso el Divino Niño
se le apareció en una ocasión a San Antonio de Padua.
Otros santos que contribuyeron grandemente a difundir la devoción
al Niño de Belén fueron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
4. “Por los méritos de la infancia de Jesús, nada te será negado”
En el año 1636, Jesús le hizo una promesa a una monja carmelita
del convento de Beaune en Francia, conocida como la Venerable Margarita del
Santísimo Sacramento.
Cristo le dijo: “Todo lo que quieras pedir, pídemelo por los
méritos de mi infancia, y nada te será negado”.
La monja, que falleció a los 29 años, recibió la misión de
propagar especialmente la devoción a la divina infancia de Cristo.
5. Existen varias representaciones del Niño en el mundo entero
Desde hace unos 300 años la devoción al Niño Jesús se extendió
rápidamente por Europa, América, Asia, África y Oceanía.
Entre las representaciones más conocidas se encuentran: El Niño
Jesús de Praga, en Checoslovaquia; el Santo Niño de Atocha, en México; el
Divino Niño de Arenzano, en Italia y el milagroso Niño Jesús de Bogotá en
Colombia.
6. El P. Juan del Rizzo difundió esta devoción en Colombia
El sacerdote salesiano P. Juan del Rizzo llegó a Barranquilla
(Colombia) en 1914 y con gran esfuerzo se dedicó a recaudar fondos para la
construcción de un templo, aunque sin éxito. Entonces sintió que debía pedirle
este milagro al Señor por los méritos de su infancia.
Desde entonces, el éxito del sacerdote fue extraordinario y se
convirtió en un gran devoto del Divino Niño, dedicando su vida a la propagación
de la devoción.
En 1935 el P. del Rizzo fue
trasladado a Bogotá, donde providencialmente se encontró con una preciosa
imagen del Divino Niño. Luego, se la llevó a los campos de la obra juvenil
salesiana en el barrio “20 de julio”.
De esta manera, los fieles
empezaron a venerar la imagen como el Divino Niño y son muchos los que hasta
ahora dicen que al acogerse a esta advocación han obtenido muchos milagros y
conversiones.
7. El P. del Rizzo dio a
conocer 4 condiciones para obtener favores del Divino Niño
1°. Ofrecer la Santa Misa durante
nueve domingos, confesarse y comulgar al menos en uno de ellos.
2°. Dar una libra de chocolate (o
equivalente en dinero o en comida) a los pobres.
3°. Si la persona puede, que done
víveres, o su equivalente en dinero, a las familias pobres.
4°. Propagar la devoción al
Divino Niño narrando a otros los milagros que Él hace a sus devotos,
repartiendo novenas, estampas y almanaques.
8. Su fiesta se celebra en
diferentes fechas
Gracias a que el P. del Rizzo
comenzó la devoción a la infancia de Cristo en el barrio “20 de Julio” de
Bogotá, muchos países de Latinoamérica como Perú, Costa Rica y Nicaragua
acogieron esta fecha para celebrar la devoción al Niño Jesús.
Sin embargo, la Iglesia en otros
países, como Colombia, también lo recuerda el primer domingo de septiembre, al
concluirse la tradicional novena en la que los fieles rezan al Divino Niño los
9 primeros domingos de cada mes.
Fuente: ACI