El actor que interpretó a Judas, el discípulo traidor, en "La Pasión de Cristo" de Mel Gibson experimentó un cambio en su corazón
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Newmarket Films |
Luca Lionello, quien
interpretó a Judas, llegó a las grabaciones declarándose ateo. Sin embargo,
durante el film, conversaba constantemente con sus colegas actores (apóstoles)
de lo que estaban experimentando espiritualmente y sintió que poco a poco algo
cambió en él. De hecho, al terminar el proyecto, decidió convertirse al catolicismo, bautizó
a sus hijos, santificó su matrimonio y regresó a la Iglesia.
El padre John Bartunek, que tuvo la oportunidad
de estar en las filmaciones, confesó que una de las escenas que más lo conmovió
fue precisamente la del suicidio de Judas. Lionello hizo varias tomas, pero Mel
Gibson no estaba convencido. Él debía mirar el cuerpo de un burro
descomponiéndose que yacía en el piso, llorar y luego quitarse la vida. Gibson
le dijo: “Luca, cuando veas ese cuerpo, quiero que tu personaje piense que su alma
está en peor estado que eso”. Y así se logró la toma.
Otros papeles en el cine religioso
Lionello también ha participado en otras producciones religiosas. Hizo de Mateo el apóstol en San Pedro (película italiana para televisión, 2005) y de Santo Tomás en el film María (2005).
Barrabás y la mirada de Jesús
Sin embargo, no fue el único que experimentó una conversión. El
actor italiano Pietro Sarubbi, que interpretaba al ladrón Barrabás,
sintió que su vida debía dar un giro luego que el actor Jim Caviezel lo miró en
esa pequeña pero significativa escena cuando el pueblo prefiere salvarlo a él y
crucificar a Jesús. Mel Gibson le había dicho que no hiciera
contacto visual con Caviezel hasta que grabaran la escena
y él le hizo caso.
Cuando finalmente lo miró, independientemente de su actuación, él
se sintió verdaderamente impresionado por esa mirada (reacción que quedó
plasmada en el film): “Sus ojos no tenían odio ni resentimiento
conmigo, sólo misericordia y amor”, dijo en una entrevista.
Luego de su experiencia en el set, decidió profundizar en eso que
estaba sintiendo y buscó a un sacerdote. Un día durante un paseo
en tren, comenzó a leer un texto de una encíclica papal que decía: “El Señor
siempre nos sale al encuentro de nuevo a través de los ojos de hombres en los
que Él se refleja”. Allí encontró su respuesta.
Sarubbi escribió un libro donde plasmó su conversión, titulado: De Barrabás a
Jesús, convertido por una mirada. “Tenía un hermoso trabajo, muchos
éxitos, hacía grandes películas tanto en Estados Unidos como en Italia… tenía
todo lo que podría ser gratificante para un artista, pero no me bastaba
nunca. Me faltaba muchísimo y era evidente… provocaba en mí una
fuerte rabia, tenía un carácter pésimo, peleaba con mis colegas (…) Ahora mis
hijos tienen un papá un poco más feliz”, confesó Sarubbi en una entrevista,
quien ahora también se dedica a hacer obras teatrales para
jóvenes que quieren salir del mundo de las drogas.
Y como si esto no fuera suficiente, uno de los actores que hacía de guardia
romano, era musulmán y también se convirtió.
Muchos fenómenos pasaron en las grabaciones de La Pasión de
Cristo (el asistente del director fue alcanzado por dos rayos
y el mismísimo Jim Caviezel también fue alcanzado por uno, sin ningún daño),
pero como dijo el padre Bartunek en su libro sobre el detrás de cámara de la
película: los
milagros más poderosos que se vieron fueron los cambios de corazones.
Adriana Bello
Fuente: Aleteia