Aniversario de su elección: "Quien cree, nunca está solo; no lo está en la vida ni tampoco en la muerte…. estamos rodeados, guiados y conducidos por los amigos de Dios (los santos)”
El 19 de abril de 2005, el cardenal Joseph Ratzinger se
convirtió en el 265 Sucesor de Pedro y se presentó como un «simple y
humilde trabajador en la viña del Señor» desde el balcón de las bendiciones de
la Basílica vaticana.
Benedicto XVI dijo no tener un programa de gobierno, porque su
programa consistía en ponerse en actitud de escucha – junto a la Iglesia – para
prestar atención a la voluntad de Dios. Una visión cristo-céntrica que lo
acompañó en los momentos más difíciles. El Papa alemán proclamaba que su
brújula diaria era la Eucaristía, donde Jesús estaba vivo y presente
diariamente.
El hoy papa Emérito recordó que fue «increíble» y un «shock» su
elección. “Yo estaba convencido de que había otros mejores y más jóvenes.
Por qué me hacía esto el Señor, tenía que dejarlo en sus manos. Yo intenté
mantener la serenidad, confiando plenamente en que, ahora, Él me iba a
conducir”, se lee en el libro Luz del Mundo, una conversación con Peter
Seewald.
De hecho, esta confianza en Dios la manifestó desde el principio
en ese día que se presentó a los fieles que abarrotaban Plaza de San Pedro: «Me
consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar también con
instrumentos insuficientes, y sobre todo confío en vuestras oraciones… el Señor
nos ayudará y María Santísima Madre está de nuestra parte”.
Benedicto
De un cónclave especialmente corto, de 26 horas de duración, surge
el primer pontífice del nuevo milenio. El Papa decidió llamarse Benedicto,
basándose en el fundador de los benedictinos, Benito de Nursia y Benedicto XV,
el papa de la paz, que enfrentó la primera guerra mundial.
En esta linea también enfrentó una guerra, una guerra cultural, en
una sociedad liquida. Para la muestra se puede leer el primer discurso del
Pontífice en la Capilla Sixtina, el 18 de abril 2005, sobre el relativismo.
Pontificado vibrante
Ocho años de pontificado, en los que Benedicto XVI visitó 24
países, cuatro continentes. Publicó el Compendio del Catecismo de la Iglesia
Católica, su primer encíclica Dios es amor (Deus Caritas est), “Caritas in
veritate”, “Spe Salvi” (Salvados por la esperanza). Y en sus mensajes
acercaba a la Iglesia a una visión cristocentrica.
Benedicto XVI da, por primera vez en la historia del papado, una
entrevista televisiva al canal polaco TVP. No cabe duda que Francisco
sigue esa linea, incluso usando el canal de Twitter abierto por Benedicto XVI
@Pontifex.
Prosigue el diálogo con los luteranos y es el primer papa en
visitar un templo Judío en Alemania (19.08.2005), insta y fomenta el diálogo
entre palestinos e israelíes. Inicia la Reforma de la Curia que continúa hoy su
Sucesor latinoamericano junto con el consejo de cardenales que le asesoran.
Benedicto XVI abandona el titulo de “Patriarca de Occidente”, un
obstáculo para el diálogo con las iglesias ortodoxas de oriente (18.02.2005).
Encuentra al metropolitano Kiril para construir un nexo, luego, él será
nombrado patriarca de su Iglesia. Otra puerta dejada abierta que encontró el
Papa Francisco.
Sin iguales
El Papa alemán demuestra mansedumbre y coherencia en su gesto de
visitar el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau
(28.05.2005).Igualmente, en febrero de 2008, modifica la liturgia del viernes
santos para quitar esa formula enconosa en el diálogo interreligioso “por los
judíos” en el marco de la misa tridentina. Se manifestó también
contra el antisemitismo y la discriminación (9.11.2008).
En su viaje a Turquía del 28 noviembre al 1 de diciembre, visitó
por segunda vez en la historia un templo islámico, la mezquita Sultán Ahmed. Luego
de un primer resbalón comunicativo por el discurso de Ratisbona con el mundo
islámico, recupera fomentando el acercamiento con los musulmanes favoreciendo
una cultura de la paz, esto para que la fe y la razón repelan la violencia en
el Islam.
Pidió a la cumbre del G-8 la cancelación de la deuda externa de
los países más pobres en una carta dirigida a Angela Merkel, canciller alemana
que presidía esa organización. El grito con los pobres ya se escuchaba
antes de Francisco.
Abrir caminos
Benedicto XVI fue el primer papa en designar oficialmente América
Latina como “el continente de la esperanza”. Y manifestaba que allí venía
una nueva onda de fe y fuerza evangelizadora que la cansada Europa podía
canalizar.
En su viaje a Estados Unidos, en medio del ciclón de los
escándalos por la pedofilia actuada por clérigos, el 17 de abril de 2008, el
Papa encuentra por primera vez a hombres y mujeres víctimas de abusos y les
pide perdón.
Sobre los abusos, la espina del pontificado de Juan Pablo II y en
consecuencia la cola del sucesivo, Benedicto tuvo posiciones claras y
discontinuas con el pasado. El 19 de julio de 2008, por ejemplo, en su viaje a
Sybney para la JMJ pidió disculpas. Reconoció la vergüenza de los abusos a
menores en esa nación.
El 19 de mayo 2006, exige a Marcial Maciel, fundador de los
Legionarios de Cristo, que renuncie por ser investigado por abusos sexuales a
seminaristas. Ratzinger se propone ‘limpiar la suciedad’ en la Iglesia.
Aunque si no visitó Asia, fue el Papa que saltó el filtro del
control oficial para dirigirse con una carta al pueblo sufrido católico de
China. Llama a los 12 millones de fieles, divididos en dos bandos, a seguir a
Pedro en la unión e insta a la diplomacia vaticana y china a tener un puente
(27.05.2006).
La valentía de innovar
Tras casi ocho años de mandato y a punto de cumplir 86 años,
Benedicto XVI renuncia, seis siglos tuvieron que pasar para que un pontífice
hiciera algo así y puso fin a su papado el 28 de febrero 2013.
Motivó esa revolución por los achaques de la edad (cumpliría en
breve 86 años) y sostuvo con sinceridad que no tenía fuerzas. Sus colaboradores
revelan, recientemente, en un documental realizado por RomeReports que los médicos le aconsejaron no viajar a
Brasil para la JMJ, y de ahí decidióretirarse y ‘dedicarse’ a la oración y el
estudio en el monasterio Mater Ecclesiae en el Vaticano.
Benedicto XVI y Francisco han tenido varios momentos de encuentro,
se recuerda la aparición juntos durante la canonización de San Juan Pablo II y
San Juan XXIII (2014).
Ambos también participaron en la apertura de la Puerta Santa del
Jubileo de la Misericordia en la Basílica de San Pedro en 2015.
Mirar al cielo
Benedicto XVI desde el inicio enfrentó su misión con confianza y
no dio este paso en solitario. «Quien cree, nunca está solo; no lo está en
la vida ni tampoco en la muerte».
En este tiempo de grandes incertidumbres y temores, el Papa
emérito enseña a invocar a los santos de todos los siglos, a quienes llama
«amigos», «hermanos en la fe», con la conciencia de que serán «el cortejo
viviente» que acompaña al pueblo y a sus pastores «en el más allá, hasta la
gloria de Dios» (24.04.2005).
A pesar de las pruebas, el cansancio y la dureza de la vida, con
sus palabras y gestos, Benedicto insta a tener los pies en la tierra, sin dejar
de mirar al cielo: «¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da
todo. Quien se da a él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en
par las puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida» (Ídem).
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia