Las
Hermanas Marianas de Santa Rosa han pasado de ser 4 a 18 en una década y en
agosto esperan un buen número de postulantes
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Hermanas Marianas de Santa Rosa. Dominio público |
La
madre Teresa Christie,
su fundadora, y otras tres religiosas provenientes de otros conventos se
unieron para dar forma a una nueva realidad que, en apenas una década a cuadruplicado su número
de miembros.
"Boca a oído"
Hoy
son dieciocho unidas
en torno a dos finalidades: la oración de
intercesión por la diócesis de Santa Rosa, y en particular por sus
sacerdotes, y la enseñanza
de la Fe, en particular en los colegios.
En
agosto recibirán un buen número de postulantes, lo que les ha obligado a buscar
un nuevo alojamiento y a comprar
un convento de ursulinas, evangelizadoras de esa región de California a
finales del siglo XIX, pero ahora sin vocaciones.
A
pesar de su vinculación territorial, las vocaciones les llegan de todo Estados
Unidos "por el boca a oído", explica la madre Teresa Christie a Jim Graves en Catholic World
Report: "Muchas vienen por recomendación de sus directores
espirituales atraídas por nuestro carisma, y por su amor a la liturgia y a la
reverencia en el culto". En cuanto a liturgia, las Hermanas
Marianas asisten a misa "tanto
en la forma extraordinaria como en la forma ordinaria" del rito
romano, explica, y hacen sus oraciones en canto gregoriano o polifonía.
Una jornada que pivota en torno a la oración
Su
jornada arranca en la capilla a las 5.45 horas de la madrugada, con una hora de Adoración y
oración mental, y los Laudes. A las 7.00 les dice misa su capellán, el padre Jeffrey Keyes, y luego
desayunan y cada cual parte a su misión: las profesas a dar clase de Religión en
los colegios de la zona ("las bendigo especialmente y pedimos a Nuestra
Señora que las proteja", afirma su superiora), y las postulantes a sus
labores de formación.
Una
parte fundamental de su vida espiritual es el Rosario. Las que están en la casa lo rezan tras el Angelus
de mediodía y las que están en el apostolado lo hacen con sus alumnos o
aprovechando algún momento para rezarlo por parejas dando un paseo.
A las
16.15, toda la comunidad tiene un tiempo de recreación: "La mayoría de las comunidades lo tienen al
final del día", explica la madre Teresa Christie, "pero nosotras
preferimos hacerlo cuando todavía hay sol". Incluye deportes o, si llueve,
labores de artesanía. Luego siguen las Vísperas, un tiempo de lectura espiritual, la
cena, Completas y un rato de estudio antes
de dar por concluido el día.
Dispuestas al sacrificio por los sacerdotes
¿Qué
joven es una buena candidata para formar parte de esta nueva realidad eclesial?
"Una que ame la liturgia y la reverencia en el culto. Que ame mucho a la Santísima
Virgen y practique la consagración
total a Jesús por medio de María, porque el espíritu mariano empapa nuestra
vida. Alguien con gran amor a los sacerdotes y que quiera sacrificarse por ellos y hacer
oración de intercesión por ellos. Que ame la verdad y que le guste enseñar
y comunicar la Fe, aunque no sea profesora".
Las
religiosas se mudarán a su nuevo destino, más amplio para permitir el
crecimiento de la comunidad, el próximo 19 de marzo, festividad de San José. Pasarán en oración toda su primera
noche allí y luego el propio monseñor Vasa celebrará misa para la comunidad.
"El
edificio ya está preparado para nosotros, pero ahora tenemos que
embellecerlo", concluye la madre Teresa Christie: "Tenemos que
convertirlo en un lugar
hermoso para rezar".
C. L.
Fuente: ReL