El Estado Islámico ocupó durante tres años la ciudad, causando mucha destrucción y muerte
En el tercer día de su visita a Iraq el Papa Francisco voló de Bagdad a Erbil, donde se reunió con el Presidente y el Primer Ministro de la región autónoma del Kurdistán iraquí. Seguidamente se dirigió a Mosul, donde ha orado por el sufragio por las víctimas de la guerra, en Hosh al-Bieaa.
El Papa Francisco llegó en
las primeras horas de la mañana de este domingo 7 de marzo a la ciudad de
Erbil, También conocida como Hewlêr en kurdo y Arbīl en árabe, la ciudad de
Erbil es la capital y la mayor ciudad de la región autónoma del Kurdistán
iraquí. Está situada a unos 88 kilómetros al este de Mosul y a poco menos de
300 kilómetros de la frontera con Siria.
Considerada como una de
las ciudades más antiguas del mundo, los primeros asentamientos urbanos de
Erbil se remontan al año 2300 antes de Cristo. A lo largo de los siglos, muchos
pueblos, como sumerios, asirios, babilonios, medos, romanos abasíes y otomanos,
han vivido en la ciudadela de esta antigua ciudad.
En los últimos años, Erbil
se ha convertido en el hogar de miles de refugiados, en su mayoría de Qaraqosh
y Mosul, que huyeron para salvar sus vidas durante el dominio del llamado
Estado Islámico. Se calcula que la ciudad ha acogido a unos 540.000 refugiados
iraquíes, además de otros refugiados sirios, en campamentos de la región.
Mosul es llamada “la
ciudad de los profetas”, por la presencia de las tumbas de cinco profetas
musulmanes o “la madre de las dos primaveras”. El Estado Islámico ocupó durante
tres años la ciudad, causando mucha destrucción y muerte. En julio de 2017 la
ciudad fue liberada y desde entonces, lucha por renacer.
Llegada a Mosul
Hacia las 10 de la mañana,
hora de Mosul, el Papa Francisco llega a la ciudad para tomar parte en la
Oración por las Víctimas de la guerra. Esta celebración tiene lugar en Hosh
al-Bieaa, la plaza de las cuatro iglesias: siro-católica, armeno-ortodoxa,
siro-ortodoxa y Caldea, destruidas entre el 2014 y el 2017 por los ataques
terroristas.
El papa Francisco ha
dirigido un discurso a los presentes en el momento de Oración por las Víctimas
de la guerra. Constató el desplazamiento forzoso de muchas familias cristianas
y su trágica disminución en todo Oriente Medio, con el consecuente daño para
las comunidades, las personas y la sociedad.
La paz es más fuerte que
la guerra
Seguidamente, el Papa
agradeció a quienes compartieron sus testimonios: se dirigió al padre Raid
Kallo a quien dijo: “Gracias padre, por haber compartido estos signos que el
Espíritu hace florecer en el desierto y por habernos indicado que es posible
esperar en la reconciliación y en una nueva vida”.
También se dirigió al
señor Gutayba Aagha: “usted nos recordó que la verdadera identidad de esta
ciudad es la convivencia armoniosa entre personas de orígenes y culturas diversas,
por eso acojo con agrado su invitación a la comunidad cristiana a regresar a
Mosul y a asumir el papel vital que le es propio en el proceso de sanación y
renovación”.
La fraternidad es más
fuerte que el fratricidio
Francisco subrayó lo que
era evidente a sus ojos: “Aquí en Mosul las trágicas consecuencias de la guerra
y de la hostilidad son demasiado evidentes. Es cruel que este país, cuna de la
civilización, haya sido golpeado por una tempestad tan deshumana…”
El Papa finalizó sus
palabras afirmando: “Hoy, a pesar de todo, reafirmamos nuestra convicción de
que la fraternidad es más fuerte que el fratricidio, la esperanza es más fuerte
que la muerte, la paz es más fuerte que la guerra”.
Oración por las víctimas
Después de las palabras
del Papa, se procedió al momento de Oración por las víctimas de la guerra. En
su intervención Francisco reafirmó nuestra fe en el Dios de la vida, de la paz
y del amor, razón por la que, dijo: “a nosotros no nos es lícito matar a los
hermanos en su nombre (…) no nos es lícito hacer la guerra en su nombre (…) no
nos es lícito odiar a los hermanos”.
Francisco recordó que “no
elevamos al cielo manos limpias”, por esa razón, “También nosotros, Señor,
mientras te confiamos a las numerosas víctimas del odio del hombre contra el hombre,
invocamos tu perdón y suplicamos la gracia de la conversión”.
El Obispo de Roma recordó
el carácter transitorio de nuestras vidas y por eso suplicó: “Enséñanos a
comprender que Tú nos has confiado tu designio de amor, de paz y de
reconciliación para que lo llevemos a cabo en el tiempo, en el breve desarrollo
de nuestra vida terrena”.
El Papa conocedor de que
los humanos nos podemos desviar del camino del Señor, añadió: “Y cuando nos
desviemos del camino, haz que podamos escuchar las voces de los verdaderos
hombres de Dios y recapacitar durante un tiempo, para que la destrucción y la
muerte no nos arruinen de nuevo”.
Monumento conmemorativo
Al terminar la Oración por
las víctimas, se procedió a inaugurar un monumento conmemorativo de la visita
de Francisco a Mosul. El texto de la Lápida dice:
“Qué hermosos son los pies
de los mensajeros de paz (Rom 10:15. En conmemoración de la visita de su
Santidad el Papa Francisco, como mensajero de la paz y del amor fraterno, a la
ciudad de Mosul y a la llanura de Nínive. Aquí donde los cristianos soportaron
el desplazamiento forzoso (2003-2017) el Papa rezó por la difusión de la paz y
la justicia, la convivencia serena y la fraternidad humana. Domingo 7 de marzo
de 2021
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
Vatican News