Nacho Cano. Foto: Efe |
Dos detalles recordaron la trascendencia y la presencia de la Iglesia en estos tiempos tan difíciles. En primer lugar, durante la canción, se intercalaron imágenes de diferentes colectivos: sanitarios, personas con discapacidad… y también sacerdotes, que bailaban al compás de esta mítica canción.
Pero, sin duda, uno de los detalles más significativos tuvo como protagonista a Nacho Cano.
El artista llevaba colgando del cuello una de las cruces que usaron los capellanes que ofrecieron atención espiritual en el hospital de IFEMA en los peores momentos de la pandemia en Madrid. Fue aportada por uno de ellos, Juan Jolín, al que Alfa y Omega entrevistó el pasado mes de abril.
Nacho Cano, que no recibió ningún tipo de compensación económica por esta actuación, tal y como había anunciado el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, también portó la cruz durante los ensayos.
Fuente: Alfa y Omega