LA PROFESORA DE RELIGIÓN DE TUS SUEÑOS (Video)

Existen, tienen brillo en sus ojos y les apasiona dar alas a sus alumnos y hacer de su escuela un lugar especial, Maribel es una de ellos

El de los profesores de religión es un trabajo de hormiga. Están llamados a abrir horizontes a sus alumnos mostrándoles cómo la religión ha ayudado a la humanidad a encontrarse con Dios a lo largo de la historia. Pueden hacer un esfuerzo titánico y lo más probable es que no lleguen a ver los resultados de su trabajo, que aparezcan a largo plazo.

¿Cuál es el secreto para mantener viva la pasión por lo que hacen? Para Maribel, conectar con las personas. «Del despacho a la fotocopiadora puedes tener ¡veinte encuentros!», explica con brillo en los ojos en el quinto capítulo de la serie Contagiosos, que ella protagoniza.

«Saca un rato de donde sea»

Sus alumnos hablan con entusiasmo de ella: «Si de verdad te ve preocupado con algo, da igual las cosas que tenga, que te saca un momento para hablar contigo, en su horario de comer se va a comer contigo, saca un rato de donde sea…», explica un chico.

¿Cómo lo logra? Maribel comparte una experiencia que le ha pasado muchas veces:

«Cuando un alumno te deja asomarte a lo que es de Dios, a pisar el terreno que es de Dios, se paraliza el colegio y escúchame: ¿qué te pasa? Ese momento es sagrado, sagrado, sagrado. Y a veces surge el llanto, surge la risa, surge el decir: pues mira no lo sé por qué te pasa esto, pero lo vamos a rezar los dos, ¿qué te parece? Tú lo rezas y yo también y mañana lo compartimos».

Cada alumno en el corazón de esta profesora

Maribel es una gran defensora de la asignatura de religión:

«La persona tiene muchas dimensiones, y una es la trascendente. En la persona hay una sed de verdad, de autenticidad, de justicia. Todo esto no te lo pones tú, viene de fábrica. Esta dimensión trascendente que me lanza los grandes interrogantes, que me pregunte el porqué de tantas cosas, es lo que demuestra en mí que hay algo más grande. Pues la asignatura de religión católica puede dar luz a estas respuestas».

Ella muestra a su alrededor a la Iglesia como madre y liberadora, una Iglesia que perdona pecados y donde siempre tendrás un asiento.

Asegura que lleva a cada alumno en su corazón y «saber que has pasado por sus vidas y has dejado huella» es muy bonito, buenísimo, «brutal».

Patricia Navas

Fuente: Aleteia