El mensaje de Fin de Año del cardenal Osoro no es de proclamación sino de cuestionamiento
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Anunciar la novedad del Evangelio” es la invitación del
arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro Sierra en su Mensaje de Año Nuevo, pero con sus bemoles en una pregunta:
“¿Seremos capaces de ser más auténticos en este año nuevo que comenzamos?”. Un
reto que por la pandemia que afrontamos y la crisis sanitaria, económica y
social sin precedentes, para el purpurado español se hace más acuciante.
Ser capaces de ser más auténticos
Entonces, ese “ser capaces de ser más auténticos” al que
llama el arzobispo de Madrid tiene respuesta en la capacidad de vivir “la
aventura de la fraternidad, el sueño de una única humanidad y de la amistad
social” como propone el Papa en su encíclica “Fratelli Tutti”
“Mantengamos viva la esperanza. Esto es imposible para los
hombres, pero es posible si contamos con Dios. Nada nos puede quitar la
esperanza en un Dios que sigue presente en nuestra historia concreta”, enfatiza
el purpurado español al recordar que Dios se acerca a nuestra historia, se hace
uno de nosotros y nos invita a acoger su amor” sostiene el arzobispo.
El mensaje de Fin de Año del cardenal Osoro no es de
proclamación sino de cuestionamientos: Como cristianos que se ubican o dividen
en categorías, “de derechas o de izquierdas, progresistas o tradicionalistas”,
se desnaturaliza la Iglesia y la propia pertenencia como cristianos, para
seguir “enfrentados”. En este contexto, el arzobispo hace una distinción sobre
lo que es “vivir una crisis y lo que es vivir en conflicto”.
Descubrir la fuente de la alegría cristiana
“En una crisis – explica - habrá más aciertos o menos, pero
todos podemos buscar salidas juntos. Sin embargo, el conflicto siempre pasa por
localizar culpables, acentúa los desprecios y banaliza las relaciones, pues
promueve ese vivir con amigos a los que hay que amar y contra los enemigos a
quienes hay que eliminar”.
De allí su llamado a hacer un esfuerzo por entender y poner
en práctica aquellas palabras de Jesús: “Id por el mundo y anunciad el
Evangelio”, subraya el cardenal Osoro que llama a descubrir la fuente de la
alegría cristiana que está en la certeza de ser amados por Dios, amados por
Quien tiene en sus manos todo lo que existe.
“Qué hermoso es contemplar la vida de los primeros cristianos.
Entendemos muy bien lo que provocaba entre las gentes el ver cómo vivían.
Deseaban imitarlos. Y por eso era clave el compromiso de vivir cada día con más
hondura en y a la escucha de la Palabra de Dios. Era acogida, meditada y
traducida en la propia vida para cambiar el mundo con la fuerza del Evangelio”,
concluye el mensaje del arzobispo de Madrid que llama a estar disponibles
siempre para anunciar con alegría y valentía a Jesucristo en esta situación que
vivimos.
Alina Tufani - Ciudad del Vaticano
Vatican News