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Mons. Stanislaw Gadecki. Crédito: Sitio web
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Luego de que el Tribunal
Constitucional de Polonia declaró inconstitucional una ley que permitía el
aborto por anomalías fetales el 22 de octubre, el Parlamento Europeo aprobó el
26 de noviembre con 455 votos a favor, 145 en contra y 71 abstenciones, una
resolución donde condena la “prohibición de facto del derecho al aborto” en
Polonia.
En respuesta al órgano
legislativo de la Unión Europea, Mons. Gadecki, que también es Arzobispo de
Poznan, dijo que
“el derecho a la vida es un derecho humano fundamental” que no puede verse
comprometido, y que “siempre prevalece sobre el derecho a elegir, porque
ninguna persona puede autoritariamente permitir la posibilidad de matar a
otra”.
El Prelado, que también es
vicepresidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) observó
que la resolución hacía referencia de forma repetida a la Carta de los Derechos
Fundamentales de la Unión Europea, donde se menciona que “todos tienen derecho
a la vida”.
“La Unión Europea reconoce así que la
dignidad inalienable de la persona humana y el respeto por el derecho a la vida
son criterios fundamentales para la democracia y el Estado de derecho”, dijo.
En ese sentido, objetó que el
Parlamento diga en su resolución que existe algún “compromiso de aborto” en
Polonia. La frase se refiere a las leyes para restringir el aborto que fueron
aprobadas después del colapso del comunismo, pero que lo permitieron en
circunstancias limitadas.
Sobre el llamado “derecho al
aborto”, Mons. Gadecki dijo que “el título de la resolución es engañoso en sí
mismo, pues no existe un
‘derecho al aborto’ ni desde un punto de vista ético, ni en el derecho
internacional”. “En ningún orden legal democrático puede
existir el derecho a matar a una persona inocente”, afirmó.
Del mismo modo, dijo que el
“compromiso” con la vida al que se refiere el Parlamento es falso, pues excluye
y atenta contra el derecho a la vida de los niños por nacer, que está
contemplado en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Por
tanto, subrayó que Polonia no puede tener ningún compromiso de este tipo.
“Hablar del tan llamado
compromiso legal sobre la protección de la vida es una falsificación de la
realidad, ya que al hacerlo, se deja fuera al tercero más importante en la
disputa; es decir, los niños por nacer y su derecho inalienable a la vida”,
dijo.
“Cualquier compromiso en este
asunto equivale a privar a algunos niños de su derecho fundamental a la vida e
imponer la pena de muerte de manera brutal, lo que, recordemos, también está
prohibido por la Carta de los Derechos Fundamentales. Por lo tanto, no puede
haber compromiso a este respecto”, agregó.
Finalmente, el Prelado agradeció
a todas las personas que defienden la vida y que “están haciendo esfuerzos para
promover y proteger la vida de los no nacidos”.
“Estos grupos son la voz de miles de niños
en el vientre de sus madres y cuyas vidas están en peligro. Ellos son la voz de
la razón natural, que consistentemente y en contra del oportunismo y
conformismo ideológico, defiende la vida humana en todas las fases de su
desarrollo”, concluyó.
Es importante destacar que la defensa de la
vida en Polonia se da en medio de un contexto donde manifestantes a favor del
aborto atacan a la Iglesia Católica de diversas formas.
Por ejemplo, manifestantes vandalizaron estatuas
de San Juan Pablo II, irrumpieron en
iglesias durante la celebración de Misas dominicales portando carteles para
apoyar el aborto, pintaron propiedades de Iglesias y gritaron frases
ofensivas contra sacerdotes.
Frente a ello, los católicos se mantienen
firmes realizando actividades pacíficas como rezos del Santo Rosario para
“hacer reparación ante Dios por el pecado del aborto y en respuesta al
sufrimiento de los niños no nacidos. Queremos salvar a Polonia y al mundo de
las consecuencias de este pecado”, indicó el sitio web de la iniciativa en
noviembre.
Fuente:
ACI