Los daños fueron considerables y causaron
importantes pérdidas patrimoniales, sobre todo en el taller de mosaicos, donde
se estaban restaurando algunos mosaicos de gran valor.
Este ataque no fue el único que sufrió la ciudad de
Roma durante la Segunda Guerra Mundial. El 19 de julio de 1943, la capital
italiana fue el objetivo de un ataque aéreo en el que participaron cientos de
aviones aliados y que ocasionó alrededor de tres mil muertos y miles de
heridos.
El Papa Pío XII, junto con Mons. Giovanni Battista
Montini –futuro Papa Pablo VI– no quiso permanecer ajeno al sufrimiento del
pueblo romano y, cuando las bombas seguían explotando, salió a las calles de la
Ciudad Eterna para consolar y ayudar a los vecinos.
Pío XII repitió el mismo gesto durante un segundo
bombardeo contra Roma el 13 de agosto de 1943, fecha en que, precisamente,
estaba prevista una Misa por los fallecidos en el ataque anterior.
Fuente: ACI Prensa