Reconstruido
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Como
en el Monasterio la liturgia es cantada, son innumerables los libros que
tenemos: uno de himnos, otro para fiestas, santos, diario... Los guardamos en
una cajonera, pero, con el trajín diario, tienden a doblarse las puntas y
deteriorarse.
Para
protegerlos mejor, los forramos. Pero, a pesar de esto, yo tenía un par de
ellos... que estaban un “pelín” destartalados. La verdad es que no sabía por
dónde cogerlos para arreglarlos, y seguía tirando con ellos. La semana pasada,
una hermana me dijo:
-Déjame
tus libros, que luego te los doy.
Por
la tarde estaban en mi sitio, perfectamente arreglados y con un forro nuevo.
Esto me impresionó mucho. Ahora estamos en la “vuelta al cole”, “la vuelta al
trabajo”, en un septiembre en el que los libros no parecen nuevos: están un
poco despuntados por lo ya vivido, las hojas dobladas del cansancio de la época
anterior, algunas un poco arrancadas... parece que la situación es nueva, pero
tenemos que seguir con los libros del curso pasado. No sabemos muy bien por
dónde coger la vuelta o qué se nos presentará.
Cristo
te tiende la mano y te pide esos libros deteriorados: todo lo que te preocupa,
las circunstancias a las que vuelves o se te presentan. Es Él el que va a pegar
las hojas de tu debilidad, estirar las esquinas que la incertidumbre dobla, y
poner un forro nuevo fortaleciéndote con la certeza de que Él está a tu lado y
te va a acompañar cada día.
Hoy
el reto del amor es que prepares tus libros. Que empieces septiembre dando tus
libros a Cristo y dejes que te reconstruya. Entra en una iglesia, para con Él
unos minutos y háblale de lo que tienes por delante. Da la mano a Cristo y
vuelve a empezar de Su mano.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma