El
cardenal Tagle envió un mensaje de esperanza, con la convicción de que
"los muchos cambios que hemos experimentado y estamos experimentando sean
una oportunidad para el futuro"
El Cardenal Tagle, Presidente de Caritas Internationalis, en una foto de archivo |
Cancelar
la deuda de los países pobres y revisar las sanciones que afectan a los civiles
sin aportar otros frutos: es el llamamiento de Caritas Internationalis, que
surgió en la conferencia de prensa de presentación de su Informe Anual. El
presidente, el cardenal Tagle, expresó su esperanza de solidaridad para el
futuro, más allá de la emotividad de la crisis sanitaria, pidiendo "un
alto el fuego mundial".
La
deuda y las restricciones comerciales cortan los puentes para el rescate de
poblaciones enteras mucho más allá de las fronteras de los países directamente
afectados. Un ejemplo es evidente para todos: el Líbano, que ciertamente paga
por años de políticas económicas miopes, también está en jaque debido a las
repercusiones de las sanciones impuestas al gobierno sirio, que desde hace años
mortifican el comercio. Para Beirut, Damasco representaba el primer socio
comercial de la región. Este es sólo uno de los temas discutidos en la
conferencia de prensa de presentación del Informe Anual de Caritas
Internationalis que tuvo lugar esta tarde. Entre los participantes se
encontraban el Presidente, Cardenal Luis Antonio Gokim Tagle; el Secretario
General de Caritas Internationalis, Aloysius John; el Cardenal Wilfrid Fox
Napier, Presidente de Caritas Sudáfrica y Rita Rhayem, Directora de Caritas
Líbano.
Un nuevo horizonte en las
palabras del Cardenal Tagle
El
cardenal Tagle envió un mensaje de esperanza, con la convicción de que
"los muchos cambios que hemos experimentado y estamos experimentando sean
una oportunidad para el futuro" para construir una "nueva conexión de
solidaridad". Somos “una sola familia humana -recordó el presidente de
Caritas Internationalis- y el sentimiento de cercanía que ha despertado la pandemia,
que afecta a todos, no puede olvidarse sin dejar una señal: y esa señal debe
ser la capacidad de dar nuevas respuestas”. No sólo la emotividad en el momento
de la crisis sanitaria - es el mensaje del Cardenal Tagle - sino también la
capacidad de luchar con fuerza contra condiciones dramáticas como el hambre en
el mundo, las guerras, las violencias que pisotean las vidas humanas y la
dignidad de las personas. Y, por lo tanto -explicó- significa recuperar la
mirada inclusiva del Papa Francisco en la Laudato si' y trabajar por acciones
concretas como la de "un cese al fuego global".
La mirada particular al
Medio Oriente
Para
ilustrar el panorama que se desprende del Informe de Caritas Internationalis
2019, el Secretario General de la organización, Aloysius John, señaló que
"la situación en el Oriente Medio ha empeorado drásticamente en los
últimos seis meses y las sanciones económicas y el embargo a Siria han
contribuido a agravar la tendencia". La convicción de Aloysius John es
clara: "las sanciones unilaterales sin diálogo ni negociación nunca han
servido a su propósito, al contrario, han sido contraproducentes".
Explicó
que los efectos de las sanciones como instrumento político no tuvieron los
efectos esperados y demostraron más bien un enorme poder para destruir la vida
de las personas más vulnerables". Los precios se han disparado, la gente
no tiene los medios para comprar alimentos, la desnutrición se está extendiendo
y hay una creciente ira contra la comunidad internacional. La situación es peor
para los más vulnerables, especialmente los niños, las mujeres y los ancianos,
que ya están profundamente afectados por las guerras, las tensiones, el
fundamentalismo y el Covid-19. "Los más pobres – recordó - son los que
siempre pagan el precio más alto". En estos días "todos miramos con
especial preocupación al Líbano, que siempre ha sido un modelo de equilibrio
para todo el Oriente Medio", subrayó Aloysius John. Un país que siempre ha
sido un "mensaje de libertad y un ejemplo de pluralismo para Oriente y
Occidente", como decía San Juan Pablo II.
Datos significativos sobre
el Líbano
Hoy
en el Líbano - reiteró Rita Rhayem, directora de Caritas en el País de los
cedros - el 75 por ciento de la población necesita ayuda y la moneda local ha
perdido el 80 por ciento de su valor. "Pero - continuó Aloysius John -
esta no es la única razón por la que estamos muy preocupados por la crisis
libanesa: el Líbano siempre ha sido un centro esencial para el envío de ayuda
humanitaria a países como Siria e Irak, y si la situación no mejora, las
consecuencias para toda la región serán catastróficas".
Las demandas concretas
Resultan
esenciales las palabras del Papa: varias veces el Santo Padre Francisco invitó
a las naciones ricas a reconsiderar la cancelación de la deuda de las naciones
más pobres, recordó el Secretario General. La deuda de las naciones más pobres
se paga a menudo con el sudor y el esfuerzo de los más pobres. Son muy
vulnerables y son presa fácil de todo tipo de problemas de salud debido a su
fragilidad. Caritas pide el alivio de la deuda de las naciones más pobres y la
reasignación de fondos a organizaciones fiables que trabajen con estas
comunidades. "Sólo el alivio de la deuda y su reasignación para el
desarrollo desde la base -se reiteró durante el encuentro- permitirá alcanzar
los objetivos de desarrollo sostenible y garantizar la dignidad de los más
pobres". "Es inconcebible -afirmó Aloysius John- que las medidas
precipitadas aplicadas sin ningún tipo de diálogo con los agentes regionales
sean fatales para los más pobres". Por lo tanto, los representantes de
Caritas se unieron al grito del Papa que pidió detener toda la violencia y el
conflicto, y para pedir la suspensión inmediata de las sanciones.
Palabras duras contra las
sanciones
Aloysius
John afirmó que las sanciones oprimen a los más pobres y son, en esencia,
herramientas para la "matanza pasiva de civiles inocentes". Calificó
las sanciones de "medidas injustas que afectan a las personas más
vulnerables, especialmente en este momento del Covid-19" y señaló que
"están creando un terreno fértil para el terrorismo". "Las
personas que huyen de situaciones difíciles se convierten en migrantes ilegales
que son rechazados por los países vecinos y Europa". En esencia, Aloysius
John recordó que "la lucha contra el hambre, la pobreza y la injusticia
son el objetivo principal de la confederación, ya que garantizan el bienestar y
la dignidad humana de los más vulnerables".
El compromiso del cuerpo
eclesiástico en tiempos de pandemia
Para
hacer frente a la emergencia de Covid, Cáritas Internacional ha financiado 23
proyectos y otros 14 ya han sido aprobados. Gracias a ellos, se ha ayudado a
las familias con asistencia alimentaria básica, kits de higiene, jabón, pañales
y asistencia en efectivo para pagar el alquiler y otras necesidades urgentes.
Este es sólo un ejemplo de los cientos de pequeñas pero muy importantes
acciones que ayudan a prevenir la propagación del virus. En la actualidad,
Caritas Internationalis está ayudando a casi 9 millones de personas en 14
países, entre ellos el Ecuador, la India, Palestina, Bangladesh, el Líbano y
Burkina Faso. Además, unos 2 millones de personas se benefician de programas de
financiación por un total de 9 millones de euros en diferentes partes del
mundo. Sin embargo, por desgracia, los responsables de Cáritas saben que hay
cientos de miles de personas más que necesitan ayuda.
La alarma del FMI en vista
del G20
Se
ha recordado que el bloqueo de diversas maneras ha paralizado la economía
mundial, con fuertes repercusiones en Europa, los Estados Unidos, China y
Japón. El punto es que Caritas está llamando a todos a una concienciación: la
de enfrentarse a una emergencia atípica en la que los países que normalmente se
encuentran entre los principales donantes son también los más afectados por el
virus. También por esta razón, el empleo de las ayudas internacionales para
responder a las necesidades nacionales "no constituye la solución
correcta", no puede ser suficiente. La incertidumbre sigue siendo alta
incluso si hay algunos signos de recuperación. Esto es lo que dice el Fondo
Monetario Internacional (FMI) en el documento preparado para el G20 de
ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales, que tendrá lugar
virtualmente el 18 de julio.
El
Fondo hace un llamamiento al G-20 para que se realicen "esfuerzos
colectivos": "Son esenciales para poner fin a la crisis financiera y
relanzar el crecimiento". El Europarlamento también pide un nuevo enfoque.
En el comunicado publicado la semana pasada durante la sesión plenaria, se afirma
que, en Siria, tras una década de conflicto, ha llegado el momento de que
Europa se replantee sus intereses y su política. Además de apoyar la renovación
del mecanismo de las Naciones Unidas (que proporciona ayuda transfronteriza a
Siria), "Europa debería desarrollar políticas paralelas que puedan ir
gradualmente más allá de la mera prestación de ayuda humanitaria". Esto
"podría consistir en permitir que los actores locales ejecuten proyectos
de recuperación mediante el apoyo directo, utilizando instituciones de
microfinanciación para proporcionar préstamos a los agricultores y cooperativas
agrícolas, o apoyando la capacidad de las pequeñas empresas farmacéuticas para
satisfacer las necesidades locales".
230 millones de personas
en riesgo de padecer hambre
Según
el Programa Mundial de Alimentos, el número de personas que se enfrentan al
hambre en el mundo como resultado de la pandemia podría duplicarse hasta
alcanzar los 230 millones. Hay una falta de alimentos en África y las
inundaciones, sequías, invasiones de langostas y malas cosechas en muchos
países se suman a esto. En algunos estados del Oriente Medio, América Latina y
Asia, la malnutrición infantil y el número de adultos que padecen hambre ya
está aumentando. Entre los que corren mayor riesgo se encuentran los migrantes,
los desplazados internos, los refugiados y los repatriados, como los de
Venezuela. La situación de los migrantes irregulares es particularmente crítica
porque no entran en ninguna de las categorías que tienen derecho a la
ayuda.
Fausta
Speranza - Ciudad del Vaticano
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