Cada
uno como es
Hola,
buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estos
días, Sión, Israel y yo estamos aprendiendo a hacer las casas para el Belén.
Sor Mª Jesús nos enseña una tarde a la semana. Es más difícil de lo que
parecía, pero estamos disfrutando mucho.
Es
muy curioso porque, al trabajar, sale la personalidad de cada una: Israel es la
ingeniera que pone las piedras en arco y busca la lógica del edificio; Sión, la
matemática que todo lo tiene medido y centrado meticulosamente; y yo... que no
sé de leyes, ignoro el plano y voy improvisando “sobre la marcha”.
Pusimos
a alguna monja a prueba sacando una fotografía de los inicios de cada caseta,
preguntando de quién era cada una y... ¿sabes? ¡Daban en el clavo! Decían: “¡Se
os ve perfectamente!”
Disfrutamos
observando las diferencias y dándonos cuenta del valor de la comunidad. Cada
uno con sus dones, poniéndolos al común, es como se construye. Lo de los demás,
sus logros, no quitan a lo mío, sino que suman. Es poder ser tú misma y ver en
las demás un complemento sin anhelar lo que poseen.
Siempre
decimos: “Unidad en lo esencial y en lo demás... diversidad”. Es en Cristo
donde nos encontramos, es Él el que nos une y hace que podamos disfrutar de los
dones del otro puestos en común, y así... se multiplican. Jesús, cuando eligió
a los apóstoles, cada uno era distinto, y en esa diversidad construyó la
Iglesia. Por ello, la diversidad no nos debe asustar: es el trampolín para
saltar más lejos.
Hoy
el reto del amor es que, ante una diferencia, pienses en qué te complementa y
hoy tú complementes con tu actuar a otra persona.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma