Magnetismo
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estos
días me ha tocado hacer imanes rectangulares de nevera. Me encanta cómo es el
proceso y, con cada uno que hacía, oraba por la persona que lo recibirá y lo
pondrá en su frigorífico, para que se abra a Cristo y pueda vivir de este Amor
que te cautiva la vida.
A
medida que los hacía, los colocaba uno encima de otro y, según me acercaba,
ellos mismos aceleraban la unión por la atracción. El imán es tan fuerte, que
se hacían, de dos, uno: costaba luego separarlos.
Y
me preguntaba: “Y a ti, ¿qué es lo que te atrae más en estos momentos?”
Porque
es verdad que todo lo que estamos viviendo del Covid nos ha cambiado muchas
cosas. Por un lado, teníamos “imantadas” cosas que se nos han caído y, por
otro, nuevas cosas se nos ha adherido, cosas que nunca hubiéramos ni pensado.
Ahora
estamos ya viviendo una nueva realidad y creo que hay que pararse a orar y
pensar: ¿qué queremos de nuestra vida? ¿Qué se nos ha caído y hay que dejar
caído? O, ¿qué cosas nuevas tenemos en nuestra vida que queremos seguir
conservando?
Un
imán, ¿por qué atrae a otro imán? Por su magnetismo. Por ello es esencial
nuestro magnetismo, ver dónde tenemos puestas nuestras fuerzas. Porque, cuando
vivencias a Cristo en tu vida, ya no te puedes volver a separar de Él. Es
verdad que caerás, meterás la pata, serás débil... pero nada de todo esto te
separará de su amor si tú no quieres.
La
atracción del amor de Cristo es irresistible, te arrastra porque te hace feliz,
y nuestro corazón, lo que más anhela, es la felicidad. Cristo está vivo y no es
una teoría, es una certeza. Él te ama y quiere que seas feliz. Si todavía no
has tenido esta vivencia, te animo a buscarle, Él está vivo y ha dado su vida
por ti, no te defraudará.
Hoy
el reto del amor es coger un imán de tu nevera y ponerlo en el centro: que
durante el día de hoy te lleve a orar sobre cuál es tu magnetismo.
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma