El
desafío del chocolate
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Acabamos
de celebrar el cumpleaños de nuestra Priora. Uno de mis regalos estrella era...
¡el postre! Lo que no me esperaba es que encontraría una tarta ¡rellenita de
historia!
Buscando
en internet una receta “para los amantes del chocolate”, me topé con la receta
de la “Marquise de chocolate”. Según investigué, esta tarta fue creada en
Francia en el siglo XVII por el repostero de la corte, como una forma de
agasajar a la marquesa Marie de Rabutin-Chantal, que había promovido el gusto
por el chocolate entre los nobles franceses.
El
hombre lo hizo con toda su buena intención, pero el experimento no le salió del
todo bien. Mezcló chocolate y merengue... así que, al meterlo en el horno, o
quemaba el chocolate, o le salía crudo el merengue.
Años
más tarde, sus sucesores encontraron la solución... ¡en Italia! El merengue
italiano, que tiene una elaboración completamente distinta al francés, no
necesita horneado.
Así,
hacían primero el bizcocho de chocolate (asegurándose de que no quedaba crudo)
y, posteriormente, añadían el merengue italiano... resultando un postre que
tiene sitio de honor en la alta cocina francesa.
El
Señor me hizo descubrir que esta historia era una preciosa parábola: podemos
tener grandes ideas, pero solo el que está abierto a las ideas de los demás,
alcanza resultados extraordinarios.
El
Señor nos ha dotado a cada uno de unos dones, habilidades y formas de percibir
la realidad totalmente distintas. Podemos ver estas realidades o como
“completamente contrarias” o como... ¡“perfectamente complementarias”!
Una
santa dominica, a la que se le aparecía Jesús en la oración, le preguntó una
vez por qué no había dado la plenitud de dones a todos los hombres. “Para que
así os necesitéis unos a otros”, le contestó Cristo, “y la unión de todos es lo
que hará la plenitud”.
Me
impresionan muchísimo, cuando trabajamos diseñando, las hermanas que exponen su
trabajo preguntándote qué cambiarías, abiertas a cualquier modificación. ¡Con
lo que me cuesta a mí girar mis diseños! Y, sin embargo, lo he comprobado: lo
que se diseña “entre todas”, tiene un resultado extraordinario.
Hoy
el reto del amor es abrirte a las sugerencias que te hagan. Pídele al Señor que
te regale la flexibilidad necesaria para cambiar tus planes, tus esquemas,
¡para abrirte a las novedades que tienen los otros para ti! Déjate enriquecer
por los demás, ¡y verás las maravillas que el Señor os regala realizar juntos!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma