Ayer
por la mañana, el Papa emérito llegó a Ratisbona para estar cerca de su hermano
Georg
Junto
con Benedicto XVI, también está Monseñor Gaenswein, el Vicecomandante del
Cuerpo de Gendarmería del Vaticano, y un pequeño grupo de trabajadores de la
salud y colaboradores.
Un
viaje a Alemania, desde la tranquilidad del monasterio Mater Ecclesiae en
el Vaticano a Ratisbona, para estar junto al hermano de 96 años que está
enfermo. Este es el viaje realizado en la mañana de ayer por Benedicto XVI, que
dejó su residencia y llegó a su país, acompañado por Monseñor Georg Gaenswein,
un médico, un enfermero, una religiosa, uno de los memores domini y el
Vicecomandante del Cuerpo de Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano.
El Papa emérito, informó el Director de la Oficina de Prensa del Vaticano,
Matteo Bruni, pasará "el tiempo necesario" en Ratisbona.
Muy
unidos como siempre, los dos hermanos Ratzinger, separados por tres años de
edad, fueron ordenados sacerdotes el mismo día, 29 de junio de 1951 en la
Catedral de Freising. Las circunstancias de la vida los han llevado en
diferentes direcciones – el brillante músico Georg, el teólogo de rango Joseph
– pero el vínculo mutuo siempre se ha mantenido firme. Prueba de ello son, en
particular, las numerosas visitas que Georg Ratzinger hizo al Vaticano de 2005
a 2013, durante los años de pontificado de su hermano e incluso después de su
renuncia.
Cuando
en 2008 la ciudad de Castel Gandolfo quiso ofrecer la ciudadanía honorífica a
su hermano, Benedicto XVI se expresó con estas palabras: "Desde que nació,
mi hermano ha sido para mí no sólo un compañero, sino también un guía fiable.
Siempre ha representado un punto de orientación y referencia con la claridad y
determinación de sus decisiones". Palabras de gran afecto, nacidas en una
circunstancia feliz y que los sentimientos del momento hacen aún más intensos.
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