Más
de 12.000 familias de estudiantes de las 38 escuelas del Patriarcado Latino en
Jordania y Palestina se encuentran en graves dificultades debido a la crisis
económica vinculada a la pandemia
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Monseñor Pierbattista Piazzaballa, administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén |
Se
necesita ayuda inmediata para evitar que las instituciones se vean obligadas a
cerrar. Compartimos la entrevista con Monseñor Giacinto-Boulos Marcuzzo, obispo
auxiliar del Vicariato Patriarcal de Jerusalén.
En
Jordania y Palestina hay escuelas a las que asisten estudiantes cristianos y
musulmanes de diferentes nacionalidades. Unas treinta y ocho escuelas con una
tradición que se remonta, en algunos casos, al siglo XIX, pero que ahora corren
el riesgo de ser cerradas en parte debido a que muchas de las familias de los
estudiantes no pueden pagar la matrícula debido a la crisis económica vinculada
a la pandemia Covid-19.
Un
problema real, que puede ser resuelto a través de donaciones de aquellos que
quieren evitar que el nuevo coronavirus mate también a la educación. La
cantidad necesaria para cubrir los gastos de estos meses, en los que la
enseñanza ha continuado a distancia, es de unos 7 millones de euros.
El llamamiento del
administrador apostólico
Monseñor
Pierbattista Piazzaballa, administrador apostólico del Patriarcado Latino de
Jerusalén, hace un llamamiento en favor de las más de 12.000 familias
necesitadas de los estudiantes que asisten a las escuelas del Patriarcado
Latino en Jordania (25 estructuras) y en Palestina (donde hay 13), para
ayudarlas a satisfacer las necesidades de las instituciones educativas.
"Debido
a la gravedad de la pandemia y a sus efectos devastadores en todo el mundo, a
la falta de estructuras sanitarias y económicas sólidas tanto en Palestina como
en Jordania, con la pérdida masiva de trabajo e ingresos, la mayoría de las
familias buscan recursos disponibles para satisfacer sus necesidades
básicas", se lee en el llamamiento publicado por el Patriarcado que afirma
que hoy en día la solvencia económica de los padres es casi imposible.
La enseñanza no se ha
detenido
Monseñor
Pizzaballa recuerda, además, que con la imposición del cierre a causa de la
pandemia, todas las escuelas fueron equipadas para la enseñanza a distancia y
los profesores continuaron su trabajo en modalidad "remoto" en
condiciones onerosas. Por el trabajo realizado, la cantidad total que se les
debe es de 7.194.264 dólares. Como muchas familias no podrán pagar sus cuotas,
esto producirá un déficit que pondrá en duda la existencia misma de estas
escuelas, algunas de las cuales tienen una tradición de más de 150 años. De ahí
el llamado a la ayuda y la invitación a la generosidad.
"Su
contribución en dinero será una contribución a la vida -explica Monseñor
Pizzaballa a los que quieran hacer donaciones- una expresión de la esperanza
que el servicio cristiano trae consigo". En cambio, no debería haber
problemas para las 5 escuelas del Patriarcado en Israel, donde el Estado ha
proporcionado apoyo financiero a los desempleados y a las actividades que se
han cerrado y ha garantizado que se cumplan los compromisos financieros
contraídos con las escuelas.
La educación y la paz
social
"Estos
institutos presentan un número de estudiantes mitad cristianos y mitad
musulmanes. Son escuelas que contribuyen a la reconciliación, a la paz social
en los pueblos, en los barrios. Se sabe que donde hay una escuela cristiana no
hay grandes tensiones sociales". Esto fue declarado en la entrevista con
Vatican News por Monseñor Giacinto-Boulos Marcuzzo, obispo auxiliar del
Vicariato Patriarcal de Jerusalén. El prelado subrayó que las escuelas siempre
necesitan donaciones, "pero las familias que han contribuido ahora han
perdido todos los ingresos, carecen de trabajo y es debido a esta
extraordinaria condición que nace nuestro llamamiento a la Iglesia
universal".
"Estos
institutos - añade el obispo - también permiten a muchos cristianos permanecer
en Tierra Santa, pero ahora se necesita la ayuda de los que aman estos lugares
para que los estudiantes, los profesores y todos los que trabajan allí no tengan
que emigrar".
"Quienes
deseen contribuir -concluye monseñor Giacinto-Boulos Marcuzzo- pueden escribir
a la dirección de correo electrónico appeal@lpj.org y recibir toda la
información útil".
Las cifras
En
total, el Patriarcado Latino de Jerusalén ofrece empleo a 1.808 profesionales,
incluidos profesores, administradores y educadores que atienden a casi 20.000
estudiantes. Son escuelas parroquiales que promueven el desarrollo humano y
social y fomentan experiencias ecuménicas e interreligiosas.
En
el caso de los estudiantes necesitados, se reducen las tasas, mientras que las
familias más pobres están exentas del pago. Ahora, en Jordania y Palestina la
mayoría de las familias luchan para llegar a fin de mes y muchas no llegan a
cubrir ni las necesidades básicas. Como resultado de la pandemia, ha habido
muchos despidos. El cierre de tiendas, escuelas, universidades, instituciones
públicas y privadas, oficinas gubernamentales y todas las actividades
relacionadas con el turismo ha obligado a muchos empleadores a despedir a sus
empleados.
El
Patriarcado Latino de Jerusalén está preparando subsidios para ayudar a las
familias, pero el problema del déficit de escuelas en Jordania y Palestina
persiste.
Tiziana
Campisi y Andrea De Angelis - Ciudad del Vaticano
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