“Que
la misericordia cristiana también inspire la justa comunión entre las naciones
y sus instituciones, para afrontar la presente crisis de manera solidaria”
La
misericordia cristiana fue el centro de la reflexión del Papa Francisco a la
hora del Regina Coeli del segundo domingo de Pascua, Fiesta de la Divina
Misericordia, instituida hace 20 años por San Juan Pablo II. En Iglesia del
Espíritu Santo en Sassia, transformada en santuario de la misericordia, donde
además celebró la Santa Misa, Francisco llamó a las naciones a la afrontar la
crisis con solidaridad.
“Que la misericordia cristiana también inspire
la justa comunión entre las naciones y sus instituciones, para afrontar la
presente crisis de manera solidaria”: fue el deseo expresado por el Papa
Francisco a la hora del Regina Coeli en el segundo domingo de Pascua, Fiesta de
la Divina Misericordia, desde la Iglesia del Espíritu Santo en Sassia, donde
por la mañana también celebró la Santa Misa.
“En
este segundo domingo de Pascua, ha sido significativo celebrar la Eucaristía
aquí, en la Iglesia del Espíritu Santo en Sassia, que San Juan Pablo II quiso
como Santuario de la Divina Misericordia” afirmó el Santo Padre iniciando su
reflexión.
Com-pasión hacia quien es más vulnerable
El Papa indica a continuación cual debe ser
la actitud del cristiano en los momentos de dificultad, como el que está
atravesando actualmente la humanidad entera en medio de la emergencia sanitaria
provocada por la pandemia, y dice:
“La respuesta de los cristianos en las tempestades de la vida
y de la historia sólo puede ser la misericordia: el amor compasivo entre
nosotros y hacia todos, especialmente hacia quien sufre, lucha más, está más
abandonado... no pietismo, no asistencialismo, sino la com-pasión, que viene
del corazón.”
La misericordia viene de Cristo
“La misericordia divina viene del corazón
de Cristo, de Cristo Resucitado”, afirma el Obispo de Roma y precisa que esta
misericordia “brota de la herida siempre abierta de su pecho, abierta por
nosotros, que siempre tenemos necesidad de perdón y de consuelo”.
La esperanza de ser resucitados con Cristo
Francisco no olvida “a los hermanos y
hermanas de las Iglesias Orientales que hoy celebran la Fiesta de la Pascua” y
retomando palabras del Evangelio de Lucas los invita a proclamar juntos:
"¡Es verdad, el Señor ha resucitado!". Y añade:
“Especialmente en este tiempo de prueba,
¡sintamos qué gran don es la esperanza que nace del ser resucitados con
Cristo!”
Concluyendo,
el Pontífice comparte su alegría con “las comunidades católicas orientales que,
por razones ecuménicas, celebran la Pascua junto con las ortodoxas”, expresando
el deseo de que esta
fraternidad sea de consuelo allí donde los cristianos son una pequeña minoría.
Finalmente,
la invitación a rezar con alegría pascual a la Virgen María, “Madre de la
Misericordia”.
María Cecilia Mutual – Ciudad del Vaticano
Vatican News