“Hay que mirar el futuro con Esperanza, viéndolo como ocasión para
seguir construyendo fraternidad y solidaridad, afianzados en nuestra Fe, la
Oración y la Esperanza que no defrauda”
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Imagen
referencial, religiosos dominicos. Crédito:
Flickr Saint Joseph (CC-BY-NC-ND-2.0)
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El Responsable Episcopal de la
Vida Religiosa en Bolivia, Mons. Carlos Curiel, agradeció el trabajo de las
comunidades religiosas y sacerdotales y los alentó a continuar con el apoyo
“samaritano y misericordioso” hacia los más vulnerables durante la pandemia.
“Ya estamos en tiempo Pascual, tiempo en que tendremos que
ingeniarnos más para que ese apoyo samaritano y misericordioso siga estando
presente a pesar de los escasos medios con los que podemos socorrer a los más
vulnerables”, expresó Mons. Curiel en su mensaje.
“Son pequeñas ‘caricias’ del Señor, con las cuales tenemos que
estar con los más débiles”, agregó.
“Sigamos adelante hermanos. Abracemos la Cruz que adorábamos el
Viernes Santo, y así abrazaremos las contrariedades de la vida que estamos
viviendo. Vivamos en ‘Vigilia Pascual’ para estar atentos a lo que el Espíritu
quiere suscitar en nosotros. Es el único capaz de provocar y motivar a crear
nuevos espacios y maneras de fraternidad, de acogida, de solidaridad”, sostuvo.
En su mensaje el Obispo expresó
que “lo que está provocando la pandemia COVID-19 no puede paralizarnos”.
“Nuestra labor como hijos(as) de Dios, de la Iglesia, es dar testimonio de que
Jesús está entre nosotros, de que ha Resucitado, de que Dios es Vida y
Esperanza nuestra. Sigamos dando este testimonio en nuestras comunidades”.
En ese sentido, “la creatividad
en el acompañamiento espiritual, de religiosos(as), sacerdotes, diáconos,
agentes de pastoral, con tantas expresiones, por distintos medios, han calado
muy hondo en la comunidad en general, en el Pueblo de Dios”, aseguró.
“Ha sido una manifestación de
Iglesia en salida y de presencia viva en las periferias existenciales”,
manifestó el responsable episcopal.
“Gracias hermanos y hermanas de
la vida consagrada por tan hermoso testimonio; que en algunas ocasiones nos
deja un sabor a 'no es suficiente', está bien, pero que no sea óbice a tan
hermoso testimonio”.
“No ha faltado la expresión de
la caridad a través de la atención a los más necesitados. En lo material, poco
pero significativo, pues ‘no tenemos oro ni plata’, pero sí la fuerza, el
entusiasmo y el Amor que provoca el Espíritu del Crucificado que ha Resucitado
y que potencia nuestras energías”, destacó.
En su mensaje Mons. Curiel
destacó las obras que realizan la Pastoral Social Cáritas y las comunidad
religiosas en las distintas diócesis, que atienden y hacen seguimiento a las
obras de Iglesia orientadas a las personas más vulnerables en hogares,
cárceles, asilos, sintecho, familias, migrantes, entre otros, con el apoyo de
organismos internacionales y gubernamentales.
“De la misma manera,
comunidades religiosas que han ido, desde sus posibilidades, tomando las debidas
medidas preventivas, y por distintos medios, al encuentro del hermano”.
“Hay que mirar el futuro con
Esperanza, viéndolo como ocasión para seguir construyendo fraternidad y
solidaridad, afianzados en nuestra Fe, la Oración y la Esperanza que no
defrauda”, sostuvo Mons. Curiel.
Fuente: ACI