"El mensaje que nosotros
quisiéramos que llegue a todo el mundo”, es que el momento actual con la
pandemia de coronavirus COVID-19 es “muy apropiado para volverse a Dios
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Celebración
del Domingo de Ramos en Bagdad.
Crédito:
Facebook / Amigos de Irak
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Un sacerdote misionero en Irak, país que
sufrió una dura guerra con el grupo terrorista Estado Islámico hasta hace pocos
años, destaca el mensaje que llevan los cristianos misioneros al resto del
mundo frente a la pandemia del coronavirus: “Es un momento muy apropiado para
volverse a Dios”.
El
P. Luis Montes, sacerdote argentino misionero del Instituto del Verbo Encarnado
que ha vivido por más de dos décadas en Medio Oriente, destacó que “nosotros estamos en contacto con la muerte
permanentemente y eso hace que olvidemos nuestras
pequeñeces y pensemos en lo que realmente importa”.
La
guerra que desató el grupo terrorista Estado Islámico dejó en Irak decenas de
miles de muertos y más de cinco millones de desplazados. Los extremistas
musulmanes apuntaron su masacre especialmente contra cristianos, musulmanes
chiitas y yazidíes.
Entre
sus distintas denominaciones, los cristianos no suman más del 1% de los 38
millones de ciudadanos de Irak.
Al
7 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que se han
registrado en el mundo 1.279.722 millones de casos de coronavirus COVID-19, así
como 72.614 muertes.
En
Irak se han confirmado 1.031 casos y se han registrado 64 muertes.
Para el P. Montes, actualmente a cargo de
la Catedral de Rito Latino de Bagdad junto al P. Jorge Cortez, señaló que “una
realidad de aquí, en estos países donde el cristianismo es perseguido, es que
durante la guerra, con los atentados, con la violencia, con el terrorismo
yihadista, la gente tiene muy presente la muerte y eso hace que muchas
tonterías que vive la gente en otros lados pierdan fuerza y que uno se centre en lo que verdaderamente
importa: la unión con Dios, vivir bien, hacer el bien, tener la
mirada puesta en el Cielo, donde el Señor nos espera para que gocemos de Él por
toda la eternidad”.
“El mensaje que nosotros quisiéramos que
llegue a todo el mundo”, dijo, es que el momento actual con la pandemia de
coronavirus COVID-19 es “muy apropiado para volverse a Dios. Dios derrama
abundantes bendiciones y nos espera, y es por eso que es un momento adecuado
para mirarlo a Él. Como hermosamente decía Juan Pablo II, ‘miradlo a Él’”.
“Y cambiar de vida, arrepentirse de los
pecados, pensar en el premio eterno que nos espera si vivimos de acuerdo con
los mandamientos que nos da Nuestro Señor Jesucristo”, señaló.
El P. Montes señaló que “conocemos casos
muy hermosos en distintas partes del mundo. Cómo la gente al no poder ir a
Misa, al sentirse encerrados, en cierto modo confrontados con la muerte, están
rezando más, están volviendo a Dios, están extrañando no poder recibir los
sacramentos”.
“Dios es todopoderoso y aun de los males
saca bienes. A nosotros nos consta”, dijo, y explicó que “el coronavirus, esta
pandemia, les ha hecho pensar un poco más en las postrimerías y eso ha hecho
que muchos ahora se
estén acercando a Dios y esa es una gran bendición que
Dios saca de esta tragedia”.
El misionero argentino señaló que “aquí en
Irak, particularmente en Bagdad, es una Semana Santa muy especial porque por el
tema del coronavirus la mayoría de las iglesias están cerradas”.
“El Patriarca Caldeo decidió que no se
celebre con fieles y es así que las ceremonias de Semana Santa para la Iglesia
Caldea, que son la mayoría de las parroquias de la ciudad, van a ser sin
fieles, solamente con algunas de las personas que trabajan ahí, a puertas
cerradas, las van a transmitir por internet”.
“Para nosotros, en cambio, no es así porque
el Arzobispo de rito latino decidió que nosotros no cerramos la iglesia. Así
que estamos celebrando todos los días la Santa Misa y también se van a celebrar
las ceremonias de Semana Santa”.
“Lo único que se cambio es la Misa Crismal,
que se va a hacer más adelante y algunas partes de las ceremonias que se
suprimen, por ejemplo el lavatorio de pies, como vino estipulado desde el
Vaticano”, indicó.
El P. Montes precisó que “no puede venir
tanta gente porque hay reclusión por parte del gobierno. La gente no puede
salir a la calle, por ejemplo, en auto. Así que nos que vienen a la Misa son
los que están más o menos cerca que pueden venir caminando”.
“Para nosotros es una gran alegría poder
seguir celebrando, mantener la iglesia abierta, sobre todo en la Semana Santa”,
destacó.
La Catedral, dijo, “es grande, se puede
mantener las distancias, se tienen cuidados especiales, como que haya gel en la
entrada para que la gente se pueda poner”.
“Se ponen los medios necesarios, pero
gracias a Dios no hemos tenido que cerrar la iglesia”, añadió.
El P. Montes indicó luego que “en estas
ceremonias rezamos muy especialmente por todas aquellas personas que tanto en
Bagdad como en Irak como en todo el mundo, en este momento, no pueden recibir
la Santísima Eucaristía ni participar de las ceremonias de Semana Santa, porque
tienen las iglesias cerradas”.
“Los tenemos muy presentes”, señaló, y
añadió que “rezamos por el fin de la pandemia. Rezamos para que esta catástrofe
que significa la pandemia la gente la aproveche para acercarse a Dios”.
POR DAVID RAMOS
Fuente:
ACI
