Donarán
una parte de su sueldo o una aportación fija durante un tiempo determinado para
ayudar a quienes más sufren la crisis económica agravada por la pandemia de
Covid-19
![]() |
La iniciativa parte de la misma Comisión Ejecutiva de la Conferencia episcopal española.
(AFP or licensors)
|
Una
carta dirigida a todos los obispos y sacerdotes de España, en la fiesta de la
Divina Misericordia, los invita a entregar, junto a sus sacerdotes, una parte
de su sueldo o una aportación fija durante un tiempo determinado para ayudar a
quienes más sufren la crisis económica agravada por la pandemia de Covid-19. La
iniciativa parte de la misma Comisión Ejecutiva de la Conferencia episcopal
española que llama a la corresponsabilidad y generosidad económica ante la
pandemia.
“Vivimos
un desafío pastoral que refuerza el significado de la Iglesia doméstica y la
creatividad pastoral” se lee en la misiva que pone de relieve las consecuencias
sanitarias, sociales y económicas de la crisis y su evolución en el futuro
inmediato. Pese a reconocer que la Iglesia está respondiendo con generosidad,
singularmente a través de la acción de sus Cáritas parroquiales y diocesanas,
la presencia de la vida consagrada en residencias de mayores y servicios
sociales y con muchas otras iniciativas de instituciones y organizaciones
eclesiales, la Comisión ejecutiva del episcopado insiste en la necesidad de
convocar a la corresponsabilidad de todos en el sostenimiento de la Iglesia y
en la solidaridad con los pobres y con quienes sufrirán más la crisis
económica a causa de la paralización de la vida económica.
“Creemos
que salir a la plaza pública solicitando esta corresponsabilidad y ayuda -
subraya la misiva -, pide de nosotros, obispos y presbíteros, un paso adelante
de generosidad”. La carta también advierte que la economía de las diócesis
y parroquias se ha visto afectada por el cierre de los templos y la
interrupción de las colectas y otros ingresos. En este sentido, explica
que se prevé que en el futuro disminuirán los ingresos habituales y la
asignación tributaria se resentirá ante la probable disminución de la
recaudación por el IRPF, motivada por la crisis económica. No obstante, la
Comisión episcopal recuerda que además de la contribución personal, los obispos
y sacerdotes llamen a los fieles que tengan posibilidades a sumarse también a
esa iniciativa como las primeras comunidades cristianas: “los creyentes
vendían posesiones y bienes, y lo repartían entre todos, según la necesidad de
cada uno”.
Alina
Tufani – Vatican News
Vatican
News
