El ayuno es un arma poderosa en
la vida cristiana que no solo fue predicada por los Padres de la Iglesia y los
santos, sino por Jesús mismo
En ese sentido, el diácono
Sabatino Carnazzo, director ejecutivo y fundador del Instituto de Cultura
Católica, consideró que debemos tomar como “estándar” a los que “han corrido la
carrera y han ganado”, porque “han sido hombres y mujeres de oración y ayuno”.
Por tal motivo, ACI Prensa
comparte 6 razones por las que todo católico debe tomar en serio el ayuno para
mejorar en la vida de fe.
1. Ayunar es elegir un bien
mayor
“Es la privación del bien, para
tomar una decisión por un bien mayor”, explicó el diácono Carnazzo.
Además, destacó que el ayuno es
más comúnmente asociado con la abstención de los alimentos, aunque también
puede tomar la forma de renunciar a otros bienes como comodidades y
entretenimiento.
2. Da equilibrio a la vida
espiritual
“Todo el propósito del ayuno es
poner el orden creado y nuestra vida espiritual en un equilibrio adecuado”,
debido a que, “como criaturas corporales en un estado posterior a la caída”, es
fácil dejar que nuestras “pasiones” busquen los bienes físicos y reemplacen nuestro
intelecto, afirmó el diácono Carnazzo.
Según Mons. Charles Pope,
Párroco de Holy Comforter / St. Chatolic Church Cipriana en Washington D.C,
“ayunar ayuda a hacer más espacio para Dios en nuestra vida”.
3. Es el primer paso para tener
control sobre uno mismo
“La razón de por qué 2000 años
de cristianismo se ha preferido alimentos (para ayunar) es porque la comida es
como el aire. Es como el agua, es lo más fundamental”, precisa el diácono.
“Ahí es donde dice la Iglesia
'detenerse aquí, a este nivel fundamental, y ganar control allí'. Es como el
primer paso en la vida espiritual”, añadió.
4. Es bíblico
El primer ayuno fue ordenado
por Dios a Adán en el Jardín del Edén, cuando Dios instruyó a Adán y Eva que no
comieran del árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2: 16-17),
anotó el diácono Carnazzo.
Además, aclaró que esta
prohibición divina no era porque el árbol era malo, sino que el fruto estaba
destinado “a ser comido en el tiempo correcto y el camino correcto".
"De la misma manera, nos abstenemos de los bienes creados para que podamos
disfrutarlos en el momento adecuado y la manera correcta”.
Por otra parte, al comienzo de
su ministerio, Jesús se abstuvo de comer y beber durante 40 días en el desierto
y así “revirtió lo que pasó en el Jardín del Edén”, explicó el diácono.
“Como Adán y Eva, Cristo fue
tentado por el diablo pero en cambio permaneció obediente al Padre, invirtiendo
la desobediencia de Adán y Eva y restaurando nuestra humanidad”, agregó.
5. Es poderoso
San Basilio el Grande decía que
el ayuno es “el arma de protección contra los demonios. Nuestros Ángeles
Guardianes realmente se quedan con aquellos que han limpiado sus almas a través
del ayuno”.
Según el diácono Carnazzo el
ayuno es poderoso porque permite “dejar a un lado este reino (creado) donde el
diablo trabaja” y nos ponemos en “comunión con otro reino donde el diablo no
funciona y no puede tocarnos”.
Por su parte Mons. Pope, anotó
que “nos recuerda nuestra fragilidad y nos ayuda a ser más humildes. Sin
humildad y oración nuestra experiencia de Dios realmente no se puede
desbloquear”.
6. Lo pide la Iglesia
Las actuales obligaciones de
ayuno fueron establecidas en el Código de Derecho Canónico de 1983.
“La Iglesia establece límites
claros, fuera de los cuales no se puede considerar que alguien esté practicando
la vida cristiana. Es por eso que violar intencionalmente las obligaciones de
Cuaresma es un pecado mortal”, sentenció el Diácono Carnazzo.
Traducido y adaptado por Diego
López Marina. Publicado originalmente en CNA
Fuente: ACI