PAPA FRANCISCO OFRECERÁ UNA BENDICIÓN “URBI ET ORBI” EXTRAORDINARIA

Tras el rezo del Ángelus Papa Francisco propuso que “todos los cristianos que unan sus voces al Cielo”

Antoine Mekary | ALETEIA | I.Media
“Invito a todos los jefes de las iglesias y a los líderes de todas las comunidades cristianas, junto con todos los cristianos de las diversas confesiones, a invocar al Dios Altísimo y Todopoderoso, mientras recitamos simultáneamente la oración que Jesús Nuestro Señor nos ha enseñado”, afirmó el Papa.

Papa Francisco explicó: “Por lo tanto, invito a todos a hacerlo varias veces al día, pero, todos juntos, a recitar el Padre Nuestro el próximo miércoles 25 de marzo al mediodía, todos juntos. En el día en que muchos cristianos recuerden el anuncio a la Virgen María de la Encarnación de la Palabra, que el Señor escuche la oración unánime de todos sus discípulos que se preparan para celebrar la victoria de Cristo resucitado”.

De igual manera mostró que “el próximo viernes 27 de marzo, a las 6 de la tarde, presidiré un momento de oración en el atrio de la Basílica de San Pedro, con la plaza vacía. A partir de ahora, invito a todos a participar espiritualmente a través de los medios de comunicación. Escucharemos la Palabra de Dios, elevaremos nuestra súplica, adoraremos el Santísimo Sacramento, con el que al final daré la Bendición Urbi et Orbi, a la que se adjuntará la posibilidad de recibir la indulgencia plenaria”.

“Queremos responder a la pandemia de virus con la universalidad de la oración, la compasión, la ternura. Mantengámonos unidos. Hacemos que nuestra cercanía se sienta con las personas más solitarias y con más experiencia. Nuestra cercanía con los médicos, trabajadores de la salud, enfermeras y enfermeras, voluntarios … Nuestra cercanía con las autoridades que deben tomar medidas difíciles, pero por nuestro propio bien. Nuestra cercanía con los policías, con los soldados que siempre intentan mantener el orden en el camino, para que se cumplan las cosas que el gobierno pide que hagamos por el bien de todos. Proximidad a todos”

Álvaro Real

Fuente: Aleteia