La
unión hace la fuerza
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer
por la mañana estuve haciendo unos imanes de nevera. En un movimiento, un imán
se me cayó dentro de la máquina, quedándose encajado. No tenía ninguna ranura
por donde cogerlo, y no podía seguir trabajando, o estropearía la máquina.
Cogí
otro imán, esperando que se uniesen y poder tirar de los dos... pero estaba muy
encajado. Entonces cogí una ristra entera de imanes, la acerqué, y el imán
atascado salió solito ante tanta fuerza magnética.
Esto
me ha hecho pensar mucho, sobre todo en esta situación en que estamos. Porque,
ante el estado de alarma, más de una persona puede sentirse “encajada”,
“atrapada”.
También
hoy el Señor pone ante nosotros dos caminos. Podemos luchar en solitario, o
cuidar de los demás.
Dios
es amor, y nos ha hecho a su imagen. Solo el amor es nuestra verdad, y el amor
es relación. Cuando estamos solos, caemos en lo peor de nosotros mismos. Ser
imagen de Dios quiere decir ser fecundo, tener deseo de generar vida, de cuidar
la vida.
Se
dice que la palabra “monja” viene de “monos”, que significa “uno”. Siempre se
ha entendido como que la monja vive sola, es “una”... Pero hace tiempo escuché
otra interpretación mejor: “monja” viene de “monos”, que significa “uno”; es
decir, que su ideal es llegar a tener “un solo corazón” y “una sola alma” con
sus hermanas. No estamos llamados a la soledad, sino al amor.
En
este tiempo de aislamiento, hay personas a tu alrededor que te necesitan. No
podrás ir a verlas, darles un abrazo... ¡pero el amor es creativo! Podemos
estar aislados, pero no aislemos nuestro corazón. Si nos cuidamos entre todos,
todos saldremos fortalecidos.
Hoy
el reto del amor es hacer feliz a una persona. Si es alguien de tu casa,
¡mejor! Pídele al Señor que te muestre cómo sorprender, cómo lograr un rato
agradable todos juntos. Y pregúntaLe si alguien más lejano puede estar
necesitando una palabra de aliento, un rato de escucha, un gesto de cariño.
Cristo está vivo, y, en medio de esta situación, tú sigues siendo Su
instrumento: ¡seamos luz del mundo! ¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma