CÓMO VIVIR LA CUARESMA: 101 MANERAS PARA VIVIR LA CUARESMA (PARTE 1)

Son tan sencillas, que están a tu alcance

Mientras compartía la cena con mi familia, una de mis hijas me preguntó en qué proyecto estaba trabajando. Le contesté que estaba escribiendo un artículo sobre cómo obtener un mejor provecho de la Cuaresma. Esto generó una conversación muy interesante. Mi esposa e hijas comenzaron a expresar algunas cosas que les han funcionado en su propia vida y otras que desearían intentar. 

Comencé a escribir lo más rápido que pude, deseoso de captar cada una de sus ideas en los papeles que tenía a la mano. Las ideas fluían continuamente. Mi esposa y yo nos alegramos de ver la tranquilidad y la creatividad con la que hablaron nuestras hijas respecto a la forma en que la Cuaresma puede nutrir nuestra vida espiritual. Muchas de las ideas que a continuación les presento, son ideas de mis propias hijas.

La Cuaresma es un tiempo litúrgico importante en nuestra vida como Iglesia. La tomamos muy en serio. Hacemos de ella un momento especial para acercarnos más a Dios. Es un tiempo especial para evitar las distracciones y concentrarnos aún más de tal manera que conozcamos mejor el proceder divino y nos convirtamos en personas más amorosas en medio de nuestro mundo, el trabajo y en nuestro propio hogar, no sólo durante estos cuarenta días sino toda nuestra vida. Además de esto, hay tres maneras tradicionales que nos ayudan a vivir la Cuaresma: oración, ayuno y obras de caridad.

Creo que la mayoría de las personas buscan obtener el máximo provecho de la Cuaresma, pero no saben exactamente cómo lograrlo. Así pues, les ofrezco estas 101 maneras para que las reflexionen en un ambiente de oración y cercanía con Dios. Léalas tranquilamente y vea cuáles llaman su atención, positiva o negativamente. Independientemente de cuál sea su reacción, es probable que en ellas encuentren una lección espiritual. 

Seleccionen unas cuantas ideas de las maneras tradicionales de vivir la Cuaresma e incorpórenlas en su vida diaria. Más de alguna está pensada para que dure sólo un día; otras, por el contrario, se espera que duren toda la estación e incluso, todo el año. No se sobrecargue (ver # 48). ¡Que tenga una buena Cuaresma!

Oración

San Pablo nos motiva a que “oremos sin cesar”. Toda nuestra vida puede ser una oración si elevamos nuestra mente y corazón a Dios en cada momento y acción de nuestra vida. Lo central de la Cuaresma es que oremos lo más frecuente y profundamente que podamos. He aquí algunas maneras en que podrá incorporar la oración a lo largo de su día. Por favor, elija las que le ayuden a alcanzar esa meta.

1. Repita una pequeña oración a lo largo del día. Puede ser: “Señor, ten misericordia de mí”, o “Jesús, ayúdame a conocerte y a hacer tu voluntad”. También puede usar sus propias palabras.

2. Haga una lista de las cosas por las cuales está agradecido(a). Escriba diariamente diez cosas por las que está agradecido(a): familia, talentos, amigos, éxitos, etcétera.

3. Ore por la gente que le hace pasar un mal rato. Hay días en los que estas personas sobreabundan.

4. Repita continuamente las palabras de San Ignacio de Loyola: “Toma Señor y recibe toda mi libertad”. Aprenda más acerca de San Ignacio y visite www.FindingGod.org (en inglés) o www.jesuitas.es (en español).

5. Utilice su imaginación al hacer oración. Imagínese usted mismo(a) como una de las personas que están frente a Jesús en una escena de los Evangelios. Imagine su respuesta y reacción al mensaje que ha escuchado de Jesús.

6. Haga una lectura pausada de alguno de los cuatro relatos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Por ejemplo, puede leer Lucas 22:39 a 24:12.

7. Convierta en oración alguna actividad amorosa que haga por los demás. Por ejemplo, cuando saca la basura de la casa, cambia el rollo de papel higiénico o le ayuda a su hijo a hacer la tarea. Hágalo de todo corazón y esa acción será una oración.

8. Haga oración mientras realiza una caminata.

9. Concédase tiempo para la meditación, para estar en calma por un momento, para vaciarse de las distracciones y para abrir su corazón a Dios.

10. Participe en uno de los servicios litúrgicos que su parroquia ha organizado.

11. Ore junto con su familia a la hora de los alimentos. Oren siempre por las personas necesitadas.

12. Ore mientras realiza sus mandados. Pídale a Dios que le ayude a reconocer su presencia en cada uno de los lugares a los que se dirige.

13. Cuando escuche o vea noticias respecto a alguien que está en problemas, ore por esa persona. Invite a sus hijos a que oren también por ella.

14. Cuando esté en el mercado, ore por los campesinos y todas aquellas personas que hacen posible que los alimentos lleguen hasta su mesa.

15. Al momento de acostarse, concédase un momento para orar por aquellas personas que no tienen hogar y que esa noche dormirán en la calle.

16. Deje que uno de sus himnos favoritos se repita en su mente como una forma de oración. Seleccione una frase o palabras que tengan un significado especial para usted.

17. Rece diariamente el rosario y otras oraciones que son parte de la tradición católica. Dese cuenta de que está uniendo su voz a millones de personas que han orado estas plegarias a lo largo de los siglos.

18. Bendiga a sus hijos y a otros miembros de la familia cuando se retiran o regresan a casa. Trace sobre su frente la señal de la cruz.

19. Ore en los momentos de mayor tráfico, especialmente cuando se encuentra con un mal conductor. Ore por él o ella y pídale a Dios que le ayude a mantener la calma a lo largo del día.

20. Haga oración mientras está haciendo fila o cuando alguien lo ha puesto en llamada de espera. Ore por los servidores públicos que atienden a la gente todo el día.

21. Ore mientas trabaja en el jardín; deje que esa actividad sea su oración.

22. Si en su barrio puede escuchar las campanas de alguna iglesia, ore al escucharlas. Si no le es posible, ore al momento de escuchar otro sonido, por ejemplo, al timbrar el teléfono, cuando ladra algún perro o cuando suena el toque de salida en una fábrica cercana.

23. Ore al escuchar el ruido de una sirena. Ore por las personas que posiblemente estén en un problema serio.

24. Haga oración por las personas que necesita perdonar y que le cuesta mucho perdonar. Pida que disfruten las bendiciones que usted mismo espera recibir de Dios.

25. Eleve una oración a Dios que le ayude a pedir perdón a las personas que ha herido de alguna manera.

26. Ore por la persona que lo ha dirigido espiritualmente, sea que esté viva o muerta.

27. Ore mientras lleva a pasear a su mascota.

28. Si toca un instrumento musical, deje que ese momento sea su oración.

29. Ore mientras crea una pieza de arte. Haga algo creativo cada día de la Cuaresma y hágalo para dar gloria a Dios.

30. Ore por la persona desconocida quien, en este preciso momento está al borde del suicidio. Pídale a Dios que tranquilice a esa alma desolada.

31. Escoja a un miembro de su familia nuclear o extendida y ore por él o ella a lo largo del día. Elija uno diariamente.

32. Asista a misa siempre que pueda hacerlo. La Eucaristía es la oración más grande que tenemos los católicos y es un lugar seguro para encontrarse con Jesús.

33. Al final del día, concédase un momento para agradecerle a Dios las gracias y bendiciones que recibió a lo largo del día.

Fuente: Oleada Jóven