COLABORACIÓN DE JUAN CARLOS CARVAJAL PARA ESTE DOMINGO

Domingo IV Presentación del Señor (Ciclo A)

MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos hermanos, a la celebración del Domingo.

Hoy, en este 4º domingo del Tiempo Ordinario, todavía recogemos los ecos de la Navidad y la Epifanía y celebramos la fiesta de la Presentación del Señor.

Cuarenta días después de su nacimiento, Jesús es presentado en el templo para cumplir la ley y encontrarse con el Pueblo que fielmente había esperado el cumplimiento de las promesas que le había hecho el Señor. 

Dispongamos nuestro corazón para acoger la presencia de Jesús que realmente viene a nuestro encuentro en su Palabra y en el don de la Eucaristía.

MONICIÓN A LAS LECTURAS

María y José presentan a Jesús en el Templo y de este modo cumplen la ley prescrita en la Escritura. Jesús, como uno de nosotros, se somete a la voluntad de Padre, y Simeón y Ana, representantes del Pueblo fiel, ven cumplir las promesas del Señor que tanto habían anhelado.

Las lecturas que hoy vamos a escuchar nos introducen en este misterio de Amor por el que el Hijo de Dios viene a nuestro encuentro para colmar nuestros anhelos.

Escuchemos con fe y verdadera devoción la Palabra que hoy se nos proclama.

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada suplica respondemos: ¡Señor, Jesús, ilumina nuestras vidas!

- Por todos los que formamos parte de la Iglesia para que reflejemos la luz que Jesús ha irradiado en nuestras vidas. OREMOS.

- Por nuestros gobernantes, para que sean veraces en el ejercicio de la política, promuevan la concordia entre nuestro pueblo y leyes justas en favor de los más pobres. OREMOS.

- Por los que caminan en sombras de desesperación y de muerte, para que el testimonio de los discípulos de Cristo iluminen las tinieblas que les envuelven. OREMOS.

- Por las comunidades contemplativas, para que su amor por Jesús sea un estímulo para la fe del pueblo cristiano. OREMOS.

- Por todos nosotros, para que como Simeón y Ana esperemos con fidelidad el cumplimiento de las promesas que Dios nos ha hecho en su Hijo, Jesús. OREMOS.

ORACIÓN FINAL

Gracias, Padre bueno,
porque por amor a nosotros, tu pobres criaturas,
has enviado a tu Hijo
para encarnarse en el seno de María;
Él se ha revestido de nuestra humanidad,
y al hacerse uno de nosotros
nos ha dado testimonio de tu amor sin medida.
¡Gracias, Padre Dios!

Jesús, Señor y Hermano nuestro,
ilumina nuestras vidas con tu propia vida,
renueva nuestras personas por tu entrega de amor
y haznos testigos tuyos
para dar esperanza a los que desesperan.

Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo,
derrama tu gracia sobre nosotros
para que la fe con la que nos has bendecido,
se convierta en una lámpara que ilumine
a todos aquellos con los que compartimos la vida.

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
ten piedad de nosotros, Amén.
Gracias, Padre Dios.