Un recorrido por las actuaciones históricas de este pontífice en relación con la tragedia del Holocausto
Pío XII, en una imagen vaticana de archivo © CATHOLICPRESSPHOTO
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Pío XII hizo lo
que pudo por los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la toma
de posición de la Iglesia en Holanda contra el nazismo, supo que sus
declaraciones públicas habían provocado represalias dramáticas contra las
comunidades judías [Actualización del editor, 4 de marzo de 2019: Papa
Francisco ha ordenado la apertura de los Archivos Secretos vaticanos
concernientes al pontificado de Pío XII]
1. Pío XII se
dio cuenta rápidamente de que las protestas contra el nazismo comportarían
graves repercusiones para las poblaciones y podrían revelarse como denuncias
contraproducentes para los judíos.
– En Holanda.
Por ejemplo, cuando el entonces obispo de Utrecht protestó contra el nazismo,
la represión fue inmediata y terrible. Tras la carta de los obispos de los
Países Bajos condenando “el trato injusto y sin misericordia reservado a los
judíos”, leído en las iglesias en julio de 1942, los nazis deportaron a
multitudes de judíos y de cristianos, entre ellos a Edith Stein. Holanda
ostenta, a causa de estas protestas, el triste récord de exterminación de la
comunidad judía (85%).
– En Polonia,
el arzobispo Sapiéha de Cracovia y otros dos obispos polacos pidieron al papa
no publicar la carta sobre lo que estaba sucediendo en Polonia, vista la
ferocidad de las represallias.
– Todos los
obispos alemanes disuadieron también al papa de hablar fuertemente. Hitler
vigilaba estrechamente a la Iglesia.
– El propio
papa confió a sus emisarios la tarea de recorrer Europa para recoger
informaciones sobre las persecuciones: “Decidles que el Papa sufre con ellos,
sufre con los perseguidos (…) Si en estos momentos no levanta más la voz, es
para no causar peores males” (cf. Actas y documentos de la Santa Sede relativos
a la Segunda Guerra Mundial: 20 volúmenes recogidos durante 15 años por tres
jesuitas).
– Robert
Kempner, magistrado judío de origen alemán, procurador adjunto en el proceso de
Nuremberg, escribió sobre el tema en 1964: “Cualquier toma de posición con carácter
propagandístico de la Iglesia contra el gobierno de Hitler no habría sido sólo
un suicidio premeditado, sino que habría acelerado el asesinato de un número
mucho más grande de judíos y de sacerdotes”.
– Superviviente
del Holocausto, el Gran Rabino de Dinamarca explicó que “si el papa hubiese
sido más explícito, Hitler habría sin duda masacrado a mucho más que seis
millones de judíos y quizás diez millones de católicos”.
– De hecho, una
proporción muy elevada del clero europeo fue asesinada en los campos.
Fuentes /
Referencias:
El texto íntegro de la encíclica Mit brennender Sorge
Mensaje de radio de Navidad al mundo entero (1942)
El texto íntegro de la encíclica Mit brennender Sorge
Mensaje de radio de Navidad al mundo entero (1942)
2. El papa
entonces puso en marcha una política de acciones secretas, contribuyendo a
salvar en Italia y en el mundo entero a centenares de miles de judíos. Esta
política eficaz de acciones secretas se inscribe en la continuidad de su acción
personal en sus inicios como sacerdote, después como nuncio y finalmente como
papa.
– En su
juventud, uno de los grandes amigos del joven Pacelli, Guido Méndez, era judío.
Habían celebrado juntos el Shabbat, y Méndez le enseñó hebreo al futuro papa.
Pío XII le ayudó a escapar a Palestina al comienzo de la guerra.
– Desempeñó el
cargo de nuncio apostólico en Alemania de 1917 a 1929, primero en Munich y
después en Berlin. Sobre cuarenta y cuatro discursos pronunciados durante estos
doce años, cuarenta denuncian un aspecto u otro de la ideología nazi.
– En 1917,
intervino para proteger a los judíos de Palestina contra los Turcos Otomanos.
– En 1926,
ayudó al jefe de la Organización sionista mundial a reunirse con las
autoridades del Vaticano para promover un hogar judío en Palestina.
– En julio de
1933, fue el actor principal de un concordato con el Reich de Hitler, para
salvaguardar un mínimo de instituciones y de libertades en favor de los
católicos alemanes, y para dar una base jurídica a eventuales protestas. Lo
firmó a pesar de su disgusto por el comportamiento inicuo del gobierno alemán,
que presionó para encarcelar a más de noventa sacerdotes y para cerrar nueve periódicos
católicos.
– En marzo de
1935, en una carta abierta al obispo de Colonia, trata a los nazis de “falsos
profetas, orgullosos como Lucifer”. De nuevo en 1935, ante miles de
peregrinos en Lourdes, supera las ideologías “poseídas por la superstición de
la raza y de la sangre”. Centenas de documentos confirmando la oposición de
monseñor Pacelli al nazismo pueden verse en el sitio de la Fundación Pave
the way (cf. link abajo).
– Después fue
secretario de Estado y trabajó activamente (existen borradores de su puño y
letra) para escribir la gran encíclica de condena del nazismo, “Mit brennender
Sorge”, que se difundió, ocultó y leyó por sorpresa en alemán, el 14 de marzo
de 1937, en todas las iglesias de Alemania, porque ya no existía la libertad de
prensa (cf. extractos del vínculo 1 más arriba)
– Durante su
mandato, el secretario de Estado protestó en cincuenta y cinco cartas oficiales
al gobierno alemán. Ribbentrop y Steengracht, ministro y subsecretario de
Asuntos Extranjeros del III Reich, declararon en Nuremberg: “Teníamos cajones
llenos de las protestas del Vaticano”.
– Convertido en
papa el 2 de marzo de 1939, fue de los primeros en hablar, en su Radiomensaje
de Navidad de 1942, de “centenares de miles de personas que, sin falta alguna
por su parte, y a veces por el solo hecho de su nacionalidad o de su raza, son
entregados a la muerte o a un progresivo exterminio”.
– Su primera
encíclica como papa, Summi pontificatus, de 1939, era tan
claramente antiracista que los aviones aliados lanzaron miles de copias en
Alemania.
– Cuando el 20
de septiembre de 1943 los alemanes, que habían invadido Roma diez días antes,
exigieron a los judíos de la ciudad 50 kg de oro bajo pena de ser deportados,
la comunidad judía no pudo reunir más que 35 kg, el gran Rabino de Roma, Israel
Zolli apeló a Pío XII, quien si dudar hizo fundir los vasos sagrados de las
parroquias de Roma y aportó los 15 kg que faltaban.
– Se fletaron
barcos especiales por el Vaticano para evacuar judíos dos veces al año, entre
1939 y 1945, hacia la República Dominicana, Canadá, México y Cuba. Como muchas
naciones no aceptaban a los judíos, se les proporcionó en Roma falsos
certificados de bautismo.
– El papa
personalmente frenó la deportación de decenas de miles de húngaros apelando al
regente de Hungría.
– Detuvo
personalmente la deportación de judíos romanos el 16 de octubre de 1943. En un
día, el Vaticano consiguió esconder, alimentar y mantener a más de 7.000
judíos, a pesar de los fusiles alemanes bajo sus ventanas. La casi totalidad de
las basílicas, iglesias, seminarios y conventos albergó y ayudó a los judíos.
Sor Pascalina Reynart, la secretaria de Pío XII, procuraba alimentos a los
conventos que escondían a los judíos de Roma, a veces en los monasterios de
clausura, lo que suponía necesariamente una dispensa papal.
En 1943, 3.500
judíos fueron alojados en Castel Gandolfo y 400 fueron enrolados en la Guardia
Pontificia, casi la mitad de la comunidad judía de Roma. Alrededor de 7.000
judíos de Roma fueron salvados por la Iglesia. Durante el proceso Eichmann de
1961, el papa fue objeto de una sentencia que vale la pena releer, por parte de
Gideon Hausner, procurador general del Estado en Jerusalén: “En Roma, el 16 de
octubre de 1943, se organizó una gran redada en el viejo barrio judío. El clero
italiano participó en la operación de salvamento, los monasterios abrieron sus
puertas a los judíos, el papa intervino personalmente en favor de los judíos
detenidos en Roma”.
– Cuando se
entregó al cardenal Palazzani la medalla de los justos por haber salvado judíos
en el seminario de Roma, éste afirmó: “El mérito corresponde enteramente a Pío
XII, que ordenó hacer todo lo posible para salvar a los judíos de la
persecución”.
– Se sabe
también que Pío XII era regularmente informado de los intentos de asesinato de
Hitler entre 1939 y 1940. Sir d’Arcy Osborne, encargado de negocios británico
que estaba en contacto sobre este tema con Pío XII, anota en su diario: “Jamás
en la historia un papa ha estado comprometido de una forma tan delicada en una
conspiración para derrocar a un tirano por la fuerza”.
– Y después de
la guerra, fue una vez más el papa Pío XII el que decidió la abstención del
Vaticano, que permitió la creación del Estado de Israel en la ONU en 1948.
– Se reconoce
que la acción de la Iglesia salvó a más de medio millón de judíos, y que Pío
XII siempre la alentó. Él, solamente él, salvó a más judíos que todos los demás
líderes religiosos del mundo juntos.
Fuentes /
Referencias:
Fundación “Pave the way”
Documentadas las acciones vaticanas para salvar judíos desde 1938
Cómo la “estrategia del silencio” salvó a miles de judíos
La prueba viva de la red clandestina de ayuda a judíos de Pío XII
Benedicto XVI testimonia la obra “secreta” de Pío XII para salvar a judíos
Documentos revelan que Pío XII salvó a 11.000 judíos romanos
Fundación “Pave the way”
Documentadas las acciones vaticanas para salvar judíos desde 1938
Cómo la “estrategia del silencio” salvó a miles de judíos
La prueba viva de la red clandestina de ayuda a judíos de Pío XII
Benedicto XVI testimonia la obra “secreta” de Pío XII para salvar a judíos
Documentos revelan que Pío XII salvó a 11.000 judíos romanos
Aleteia Team