Cuestión
de espera
Hola,
buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Para
conseguir que el bonsai mantenga sus hojas verdes y sanas, es crucial, según
los expertos, pulverizarlas con agua a diario. Aparentemente, esta tarea no
presenta ninguna dificultad... a menos que el bonsai esté dentro de casa, como
me sucede a mí.
Cada
vez que trataba de pulverizarlo, mojaba las paredes. Le movía al centro de la
celda para esta operación, pero entonces empapaba el suelo...
Diseñé
mil artilugios para arreglarlo: toallas, cuerdas... Y ahí estaba yo, como un
titiritero, montando y desmontando el circo cada vez que iba a “fumigar” el
bonsai. Evidentemente, aquello no tenía ningún futuro.
Justo
entonces... lo vi.
A
unos pocos palmos por encima de donde tengo el arbolito, hay una alcayata. La
puse hace dos años, cuando pasé a Comunidad, esperando colgar algo... pero ese
“algo” nunca llegó. Lo cierto es que más de una vez había pensado en quitarla
y, si no lo hice, fue por el agujero que dejaría en la pared... ¡y ahora era la
solución perfecta!
De
la alcayata colgué un plástico, de forma que cubriese la pared, hasta
engancharlo en la base de la maceta. Todo quedó protegido del agua, ¡y ahora
pulverizar es coser y cantar!
Viendo
esto, he descubierto que Jesús es igual que mi alcayata: ¡siempre permanece!
Aunque “no le demos uso”, aunque le ignoremos... sigue fijo en la pared de
nuestra vida, esperando, sin importarle el tiempo. Cristo nunca se va.
Te
aseguro que lo que mantuvo a Cristo en la cruz no fueron los clavos... sino su
Amor por ti. Te ama tanto, que no quiere dejar ese agujero en tu pared.
Prefiere continuar ahí, silencioso, hasta que quieras mirarle, hasta que, un
día, decidas “colgarte” de Él.
Y,
ese día, descubrirás que, con Cristo, todo es más sencillo. No tendrás que
andar haciendo títeres para que todo funcione... Su amor te sostendrá, te
protegerá, y, con Él, ¡tú también podrás cuidar a los demás!
Hoy
el reto del amor es permanecer. Te invito a que hoy, en tu oración, des gracias
a Cristo por la promesa que te regala: ¡Él siempre estará a tu lado! Y, quien
es la Verdad, no puede mentir... Siente Su amor y preséntale a esa persona que
sientes distante, con la que sientes que no puedes actuar, por la que tirarías la
toalla. Hoy mándale un mensaje sin pedirle nada, solo que sepa que sigues
estando ahí. ¡Que también tu amor sepa permanecer! ¡Feliz día!
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma