HOY EL RETO DEL AMOR ES DAR SENTIDO A LOS SIGNOS DE NAVIDAD

Especialista en decoración de interiores

Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

¡¡Estamos de lleno en Adviento!! De verdad que no te puedes imaginar lo muchísimo que me gusta este tiempo. Los himnos, las antífonas... toda la liturgia es pura expectación, pues, ¡ya llega!

Y, precisamente ayer, me saltó la alarma en el tablet: “Avisar del árbol”.

Pues sí, oye, ¡que no había manera de acordarme! Llevo ya dos años queriendo escribir este reto, pero, para cuando me doy cuenta, ya estamos en Navidad, y no merece la pena. Así que, el año pasado, tras superar el disgusto de descubrir que, una vez más, se me había pasado la fecha, me puse la alarma correspondiente. Y, esta vez sí, ¡¡creo que llego a tiempo!!

Todos sabemos cómo se pone un belén. Más grande, más rústico, sencillo o complicado... pero todos sabemos.

¿Y el árbol? En principio no tiene mucho misterio, ¿no? Unas luces, espumillón... ¡y allá el arte de cada uno!

Pero, ¿y si dejamos que “el arte”, este año, lo ponga Jesucristo?

Quiero invitarte a que, este año, dejes que sea Jesús quien ponga el árbol de Navidad en tu casa. ¿Cómo? Muy sencillo: dejando que este elemento navideño cobre todo su sentido.

Pon el árbol en un lugar visible de casa. Puedes decorarlo con luces, ¡pero no las enciendas! Deben esperar a Navidad...

En lo alto del árbol, coloca la estrella. Esta representa la fe, que guía nuestros pasos, como guió a los Reyes, para encontrar al Señor.

Y, ahora, ¡llega la decoración!

Pon a los pies del árbol las bolas, separadas por colores. Y, si te falta alguna, ¡viva la imaginación! Puedes hacerlas con cartulina, con papel...

Cada color tiene un sentido:

-Rojo: gestos de amor.

-Azul: actos de servicio.

-Verde: buenas palabras (consejos, conversaciones...)

-Rosa: dar alegría.

-Dorado y plateado: acción de gracias, alabanza.

Este Adviento, al comenzar cada día, pídele al Señor que te regale ser Su instrumento a lo largo de la jornada. Y, por la noche, para a orar y escoge una bola. ¿Qué color ha marcado tu día?

¿El Señor te ha regalado hacer sonreír a alguien? ¡Cuelga una bola rosa! ¿Has podido ayudar a esa persona? ¡Entonces pon una bola azul! Y, si hoy has sido tú el que ha recibido el amor y el cariño de otros, ¡la bola dorada es la tuya!

Así, con el Señor, podrás ir decorando el árbol a lo largo de todo el Adviento, y cada una de las bolas que cuelgues estará llena de sentido. Él te pone las ocasiones, tú las secundas apostando por el Amor... ¡y juntos decoráis el árbol!

Hoy el reto del amor es dar sentido a los signos de la Navidad. Deja que cada elemento te hable del Señor, o te lleve a orar por los demás. No te quedes en la simple decoración, ¡Cristo quiere mostrarte los tesoros del interior! ¡Feliz día!

VIVE DE CRISTO

Fuente: Dominicas de Lerma