Se
pueden hacer muchas cosas y desplegar mucha energía al servicio de la misión,
pero sin oración no hay verdadera fecundidad
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La misión es ante todo un encuentro gratuito: afirma el Padre Fréderic Fornos SJ,
Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa
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El
jesuita Frédéric Fornos, Director Internacional de la Red Mundial de Oración
del Papa y del Movimiento Eucarístico Juvenil, reflexiona sobre la intención de
oración del Papa Francisco para el mes de octubre: por una nueva primavera
misionera en la Iglesia
Este
mes de octubre 2019, el Santo Padre ha invitado a rezar para que “el soplo del
Espíritu Santo suscite una nueva primavera misionera en la Iglesia”. Sobre la
intención de oración por la evangelización del Papa Francisco, reflexiona en
Vatican News, el Director Internacional de la Red
Mundial de Oración del Papa y del Movimiento Eucarístico
Juvenil, el sacerdote jesuita Frédéric Fornos.
El
día de Santa Teresita de Lisieux, patrona de las misiones con san Francisco
Javier, se abrió el Mes Misionero Extraordinario. Santa Teresita (la Pequeña
Flor) aprendió a orar por la misión de la Iglesia en el Apostolado de la
Oración, en el cual también estaban sus padres, hoy santos, Louis y Zélie Martin.
Papa
Francisco nos pide rezar para “que el soplo del Espíritu Santo suscite una
nueva primavera misionera en la Iglesia”, pues como dijo en la catequesis
del miércoles 2 de octubre “el Espíritu
Santo es el protagonista de la Evangelización”.
Se
pueden hacer muchas cosas y desplegar mucha energía al servicio de la misión,
pero sin oración no hay verdadera fecundidad, por lo que todo se vuelve
laborioso pues en vez de hacernos dóciles al Espíritu del Señor confiamos en
nuestra propia fuerza y voluntad.
Es
de nuestra oración, del encuentro personal con el Señor, que nace el deseo de
estar al servicio de su misión en nuestro entorno, en nuestros barrios y
ciudades e incluso por los caminos del mundo, dejándonos conducir por el
Espíritu Santo.
Pues
en la misión, el Espíritu del Señor nos precede siempre. No hay que olvidarlo.
Él ya trabaja en los corazones y para el que tiene ojos para ver y oídos para
escuchar la cosecha es abundante, los campos ya están blancos para la siega, y
solo espera los obreros.
Pero
para eso se necesita ir al encuentro del otro las manos abiertas, sin haber,
sin poder, sin saber. La misión es ante todo un encuentro gratuito. Durante
cinco años, tres meses por año, es así que caminé con otros por los caminos, en
itinerancia apostólica, sin dinero ni nada sino el deseo de encontrar los
demás, de escuchar y reconocer como el Señor actúa hoy como ayer en la vida de
la gente. Y la gente decía de nosotros: “son sacerdotes itinerantes que se
interesan a la vida de la gente”. Los Evangelios están llenos de encuentros no
programados, inesperados.
Es
esta experiencia que viví también en la región amazónica cuando iba de pueblo
en pueblo, a pie, en colectivo o en canoa. La buena noticia surge en el camino
cuando uno no lo espera. Pues la misión es ante todo un encuentro gratuito,
donde nos acogemos mutuamente, escuchando el uno del otro lo que nos da vida.
Puedo
compartir lo que desborda mi corazón, la alegría de mi encuentro con
Jesucristo, como quien comparte un secreto, el secreto de su vida. Pues
anunciar el Evangelio no es buscar convencer o imponerse, es nuestra vida misma
que tiene que dar a ver el Evangelio, que tiene que cuestionar. Es un testimonio,
un testimonio que no es programado, preparado, controlado, sino que nace de
nuestro encuentro personal con Cristo, de nuestra cercanía a su corazón. Es de
esta familiaridad, intimidad con él, en la oración, que nace el deseo de estar
al servicio de su misión.
Es
lo que proponemos en la Red Mundial de Oración del Papa, un camino de oración
para disponernos a la misión de compasión de Jesús por el mundo. Es lo que nos
recuerda el Papa en su video mensual: “el corazón de la misión de la Iglesia es
la oración”.
Frédéric
Fornos sj, Director Internacional de la Red Mundial de Oración del
Papa
Vatican
News