Recuerda
lo bueno
Hola,
buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hace
unos días, un amigo nos trajo una bandeja de pasteles y la pasaron en la
comida. Para mi sorpresa, me encontré de frente con un merengue igual al que
comía cuando estudiaba con 16 años en Burgos. No te puedes imaginar lo que
provocó dentro de mí: en estos años no había vuelto a comerlo. Cada día, al
salir de clase por las tardes, me compraba mi merengue de postre; además
siempre cogía de esos que, al comerlos, te manchas todos los labios.
Dentro
de mí un sinfín de recuerdos, momentos vividos, de personas que me acompañaban
y que vivieron conmigo esos años. Qué alegría me traía el merengue. Y me lo
comí disfrutando de él, dando gracias al Señor por traérmelo hasta el convento.
Cuando
en la oración le daba gracias al Señor por el día, por supuesto que el merengue
tuvo su momento de acción de gracias, pero sobre todo le daba gracias al Señor
por la capacidad de recordar todo lo bueno que me había traído.
Es
verdad que el recuerdo a veces no es bueno, especialmente si no está sanado, si
no lo hemos puesto en manos del Señor, y nos puede hacer sufrir mucho; pero
Cristo está deseando entrar en tu vida para sanar esos recuerdos y darte la Vida.
Pero
seguro que en tu vida, como en la mía, tienes muchos recuerdos buenos, donde
has vivido momentos inolvidables, con el Señor, con personas. Si el Señor nos
regala la capacidad de recordar, no es para lo malo; eso déjalo en la Cruz de
Cristo y pídele que te sane.
El
recuerdo tiene mucha fuerza en nosotros, pero es para vivirlo desde lo bueno,
que es lo que nos da vida y nos llena de ilusión. Cuando recuerdo las cosas que
el Señor ha hecho en mi vida, me lleno de alegría. Cuando recuerdo las personas
que me han amado y ayudado, me sale una sonrisa en la cara. Usa el recuerdo
para tener vida.
Hoy
el reto del amor es recordar dos acontecimientos, uno referido a Dios y otro
con alguna persona; y después de recordarlo, compártelo, no te lo quedes, da
vida a tu alrededor
Fuente:
Dominicas de Lerma