Los
derechos indígenas, la evangelización y la inculturación fueron los temas
centrales del Briefing sinodal de ayer celebrado en la Oficina de Prensa de la
Santa Sede
En
representación de la Amazonía de Brasil hablaron Monseñor Roque Paloschi, el
Padre Salesiano Justino Sarmento Rezende y el Procurador de la República, Dr.
Felicio de Araujo Pontes Junior. También hicieron uso de la palabra dos
mujeres: la dirigente indígena ecuatoriana Patricia Gualinga y la guayanesa
Leah Rose Casimero, coordinadora académica del Programa de Educación Bilingüe
de Calidad para los niños de Wapichan.
Las
voces de los representantes de la Amazonía fueron las protagonistas del
Briefing sobre el Sínodo que se llevó a cabo en la Oficina de Prensa de la
Santa Sede, mientras continúan los círculos menores y se preparan las
relaciones, según explicó el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación del
Vaticano, Paolo Ruffini.
Proyectos educativos con
valores tradicionales
Profundizando
sobre el testimonio de los ponentes del Breafing, iniciamos la sesión con Leah
Rose Casimero, de Guyana, perteneciente al pueblo de Wapichan, quien cuenta su
experiencia como coordinadora del programa de cursos bilingües para niños de
Wapichan para la población indígena local. Un programa que ofrece capacitación
en dos idiomas, el de la población indígena y el inglés. "Tenemos nuestros
propios materiales para los niños", dijo, e "incorporamos en los
proyectos nuestros conocimientos y nuestra vida tradicional". Una
experiencia de vanguardia, por tanto, que ayuda al pueblo wapichan a través de
un programa nacido del diálogo con los jesuitas, con otras Iglesias, con otros
consultores y que cuenta con el apoyo de las autoridades.
No hay derecho a eliminar
ecosistemas con la bandera del progreso
Por
su parte, Patricia Gualinga, líder en la defensa de los derechos humanos de las
comunidades kichwa de Sarayaku, Ecuador, también proviene de los pueblos
indígenas. Su llamado es fuerte en defensa de la Amazonía, "seriamente
amenazada con consecuencias para toda la humanidad". En su intervención,
Patricia lanzó también un llamamiento a una alianza de los pueblos indígenas
con la Iglesia, ya que estos son perseguidos e incluso asesinados.
Felicio
de Araujo Pontes Junior centró su atención sobre la defensa de los derechos de
los pueblos de la Amazonía, así como en los descendientes de afroamericanos.
Siendo procedente de Brasil y trabajando como fiscal y especialista en derecho
de los pueblos indígenas, subrayó que muchas veces estos pueblos "entran
en conflicto con el modelo de desarrollo imperante, centrándose también en el
aumento de la cría y el monocultivo". En este sentido, Araujo Pontes Junior
destacó que el hombre "no tiene derecho a eliminar los ecosistemas
ondeando la bandera del progreso".
Espiritualidad indígena y
pastoral inculturada
La
experiencia del salesiano Justino Sarmento Rezende, experto en espiritualidad
indígena y pastoral inculturada, fue también significativa.
Viene
del pueblo Tuyuca de Brasil. Su vocación nació gracias a los misioneros que
enseñaron el catecismo a sus abuelos y a su deseo de poder transmitir la fe en
su lengua materna, desde que la Iglesia entendió que los nativos a quienes
evqngelizaban podían a su vez convertirse en evangelizadores. Es sacerdote
desde hace 25 años. En su discurso, destacó su gratitud a los misioneros por
haber unido el Evangelio con el deseo de conocer las culturas indígenas.
"Se trata de continuar pacientemente el diálogo- dijo- de conocer la vida
de esos pueblos".
El problema de las tierras
tradicionales
Finalmente,
Monseñor Roque Paloschi, Arzobispo de Porto Velho, en Brasil, destacó los
derechos de los pueblos indígenas que han sufrido discriminación, refiriéndose
también al problema de las tierras tradicionales.
"La
Constitución de 1988 -explicó el prelado- establecía que para 1993 todas las
tierras de los pueblos originarios debían estar demarcadas, homologadas y
registradas, mientras que ni siquiera un tercio de ellas estaban demarcadas y
las no demarcadas estaban invadidas, siendo blanco de los buscadores de oro y
de las industrias minera, petrolera y maderera".
En
su discurso, subrayó en particular, que "la inculturación no se hace a
través del proselitismo, sino a través del testimonio". No se trata de
imponer una cultura desde arriba, de anular la cultura de los demás -afirmó
Monseñor Paloshi- sino de preservar las semillas presentes en cada cultura
porque "ninguna cultura es perfecta" y el anuncio del Evangelio es,
de hecho, "un anuncio de vida nueva y todos necesitamos convertirnos en
una persona nueva en el encuentro con Cristo".
Ciudad
del Vaticano
Vatican
News