Un nuevo informe alega que las fuerzas
leales al régimen del presidente sirio Bashar Al-Assad son responsables de la
mayoría de los ataques dirigidos contra iglesias desde que comenzó la guerra
civil del país en 2011
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Presidente sirio Bashar Al-Assad y las calles de
Alepo (Siria)
Crédito: Agencia Brasil - Wikimedia Commons(CC BY 3.0 BR)
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El informe titulado “Targeting Christian Places of Worship
in Syria is a Threat to World Heritage” (Elegir como blanco los
lugares de culto cristianos en Siria significa una amenaza para el patrimonio
mundial), fue publicado el 9 de septiembre por la Red Siria de Derechos Humanos
(SNHR, por sus siglas en inglés).
La investigación señala que hay evidencia
del ataque del régimen de Al-Assad a iglesias, mezquitas y sitios religiosos en
Siria entre marzo de 2011 y septiembre de 2019.
El documento es el resultado de más de
ocho años de trabajo en ciudades y pueblos sirios, y la obtención de informes
de personas en el terreno y de activistas. Las fuentes incluyeron relatos de
primera mano sobre los ataques, como el personal médico que atendió a víctimas
y de activistas locales con evidencia documentada.
“Si bien el régimen afirma que no ha
cometido ninguna violación y que está interesado en proteger al Estado sirio y
los derechos de las minorías, ha llevado a cabo operaciones cualitativas para
reprimir y aterrorizar a todos los que buscaban cambios y reformas políticas,
independientemente de religión o raza, causando la destrucción de la herencia
de Siria y el desplazamiento de sus minorías”, dijo el lunes 9 de septiembre el
presidente de SNHR, Fadel Abdul Ghany, durante una conferencia de prensa.
El informe identifica 124 ataques contra
objetivos religiosos desde marzo de 2011, incluidos bombardeos de casas de
culto que no estaban cerca de ninguna instalación o equipo militar y la
transformación de estas casas en centros de operaciones militares.
El 60% de los ataques (75) provienen de
grupos favorables a Al-Assad y se llevaron a cabo contra 48 lugares cristianos.
Las fuerzas oficialistas incluyeron el ejército sirio, seguridad nacional,
milicias locales y milicias extranjeras chiítas.
Según el informe, 33 de los ataques fueron perpetrados contra 21 casas de culto
por facciones de la oposición; 12 ataques provienen de grupos extremistas
islámicos, incluidos el Estado Islámico (ISIS) y Tahrir Al-Sham (HTS).
La Gobernación de Alepo sufrió el mayor
número de ataques contra iglesias cristianas, seguido por la Gobernación de
Homs y luego los suburbios de Damasco.
Las fuerzas del régimen sirio fueron
responsables del mayor número de ataques en la Gobernación de Homs, con 27
incidentes y otros 20 incidentes en los suburbios de Damasco. Las fuerzas de la
oposición fueron responsables de 24 incidentes en la Gobernación de Alepo,
según el informe.
El ataque a las iglesias en Siria cae
dentro de un “contexto más general” que solo la confrontación de fuerzas
militares contra opositores, dijo Ghany a los periodistas el lunes, y agregó
que los objetivos también incluyen otras instituciones civiles, incluidos
hospitales y escuelas.
El Obispo de la Eparquía de Newton
(Estados Unidos), Mons. Nicholas James Samra, dijo a CNA –agencia en inglés del
Grupo ACI– que “la situación es muy complicada” en Siria y pidió precaución al
interpretar los hallazgos del informe.
El Prelado dijo que muchos cristianos en
la región todavía ven a Al-Assad como la mejor opción para su propia seguridad.
“El gran temor de los cristianos, la
mayoría, es que si él (Assad) se va, ¿quién entrará? Y ese es el gran, gran
miedo”, aseguró.
Si bien ambas partes atacaron iglesias
cristianas, el régimen de Bashar Al-Assad lo hizo de manera más efectiva y con
mejores armas, según el informe.
Según la evidencia obtenida de varios de
los ataques (metralla, análisis fotográfico, análisis de las fuerzas que
controlaban el área en el momento del ataque), se descubrió que el régimen
oficialista atacó a más iglesias, a pesar de tener una mayor capacidad para
atacar instalaciones específicas y menos probabilidades de golpear
accidentalmente un templo mientras bombardea un vecindario.
El régimen justificó sistemáticamente los
ataques contra las iglesias al decir públicamente que se habían convertido en
centros de operaciones para las fuerzas de oposición, dijo el lunes a los
periodistas Erica Hanichak, de Americans for a Free Syria (Estadounidenses para
una Siria Libre).
Por su parte, Mons. Smara dijo que, tras
visitar Siria y mantener contacto con los cristianos locales, empezó a dudar de
las conclusiones del informe: “Dudo mucho si el régimen del régimen de Assad es
responsable del bombardeo de las iglesias y sitios religiosos. No creo que el
presidente sea tan radical”.
El informe señala que algunas iglesias sufrieron múltiples ataques. La iglesia
de Nuestra Señora de la Paz en Homs fue atacada siete veces por las fuerzas del
gobierno sirio, y la iglesia de San Takla en los suburbios de Damasco fue
atacada cuatro veces.
La oposición armada atacó cuatro veces a
la Iglesia Ortodoxa Romana de la Santa Cruz en Damasco, así como a las iglesias
de Alepo durante los combates con las fuerzas del régimen en 2012 y 2013.
Algunas iglesias fueron atacadas varias
veces por múltiples agrupaciones. La Iglesia Armenia de Independencia en Raqqa
fue atacada tres veces, dos veces por ISIS y una vez por las fuerzas del
régimen sirio. La iglesia de San Samaan en los suburbios de Alepo fue atacada
una vez por las fuerzas del régimen sirio, una vez por el Frente Al-Nusra y una
vez por facciones de la oposición armada.
El informe también señala que seis de los
ataques de las fuerzas del régimen fueron en respuesta a los intentos de
convertir las iglesias en instalaciones militares; ISIS hizo eso dos veces con
las iglesias.
En julio, el Papa Francisco envió una
carta a Al-Assad, implorándole “para proteger la vida de los civiles y
preservar las principales infraestructuras, como escuelas, hospitales y centros
de salud” en Idlib, provincia del norte de Siria donde se concentraron los
principales combates entre el ejército sirio, junto con sus aliados rusos,
contra la fuerzas rebeldes contrarias al régimen de Al-Assad.
Durante el enfrentamiento se culpó a las
fuerzas del régimen por el bombardeo de objetivos civiles, incluidos mercados y
hospitales, y por el uso de armas químicas.
La carta del Papa Francisco del 22 de
julio decía que “lo que está sucediendo” en Idlib “es inhumano y no puede ser
aceptado”.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en CNA.
Fuente: ACI