"Esta es la Italia que quiero", dice un usuario de
Twitter. El mensaje de solidaridad del Papa Francisco ha calado
Facebook Sei di Campoli se |
Son tres abuelas italianas, de nombre Nicolina,
Vincenza y Maria,y seguramente nunca imaginaron que iban a ser
protagonistas de las redes sociales en su país. Pero así lo han conseguido: con
gestos.
Su imagen
está barriendo Whatsapp, Facebook, Twitter e Instagram después de que hace unos
pocos días decidieran hacerse una fotografía en la que aparece cada una de
ellas con un niño de color en sus brazos.
La foto se
tomó en su pueblo, Campoli del Monte Taburno,
situado al sur de Italia, cerca de Benevento. Allí está situado uno de los centros
de acogida de migrantes y con este gesto las ancianas
dejaban claro que están a favor de la atención a estos pequeños que llegan de
África a través del Mediterráneo.
La fotografía,
en la que se ve a las abuelitas sentadas en un banco del pueblo cuidando de los
pequeños (uno merienda y otro duerme en brazos de la anciana), se publicó
primero en el grupo de Facebook “Sei di Campoli se…” y,
aunque es cerrado y solo cuenta con 891 miembros, enseguida se propagó por las
redes.
Los mensajes
de apoyo no se han hecho esperar: “Veo
que el mundo es capaz de mostrar humanidad aún. Abuelas
que hacen de abuelas a los niños del centro de acogida. Sobre todo hoy, cuando
150 personas probablemente perdieron la vida en el mar, sana el corazón”,
escribe una persona en Twitter.
“Esta es la Italia que
quiero”
“Esta es la Italia que quiero”, afirma otro
usuario. “Esta es mi tierra!!! Solidaridad pero sobre todo Amor”.
Son mensajes que hablan de la voluntad de servicio y ayuda a los migrantes, una
cuestión sobre la cual el Papa Francisco insiste. En el mensaje del rezo del Ángelus
del pasado miércoles, se mostró triste por la muerte de 116 personas
en aguas del Mediterráneo y pidió cooperación y seguridad a la comunidad
internacional.
Polémica
Mientras
tanto, la imagen de las abuelitas sigue generando polémica y,
sobre todo, removiendo las conciencias de muchos. Nadie puede quedar
indiferente ante un drama de esta magnitud. Las trabas impuestas a las ONG para
patrullar cerca de las costas de Libia, de donde
parten la mayoría de las embarcaciones de migrantes, no ha hecho que disminuya
el número de personas que tratan de pasar a Europa ni el número de muertos por
naufragio.
Se calcula
que en lo que llevamos de año ha habido ya unas 600 muertesen la que
se considera la ruta migratoria más mortífera del planeta.
Dolors Massot
Fuente:
Aleteia