“Sed
luz en el Señor"
Hola,
buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
En
una de estas pasadas fiestas grandes, la Madre Priora nos hace uno o varios
regalos para celebrarlas. Y uno de los regalos de estos días fue una pequeña
“lámpara solar de jardín”.
Cada
una la colocó donde quiso. Muchas la pusimos en la ventana de la celda, clavada
en un tiesto; otras, en la huerta, en el jardín que cuidan; una la colocó en la
jardinera del claustro, y ha habido dos hermanas que las han puesto en unas
jardineras que hay en el cementerio…
Es
muy bonito y agradable ver, en toda la casa y por todas partes, luces que te
reciben de noche y te dan algo que es muy bello: ¡la luz!
Esta
lámpara, en comparación con la oscuridad de la noche, me ha hecho comprender
que así es Cristo: apareció en la sencillez y penumbra de este mundo e iluminó
a todo el que se acercaba a Él. Pero Jesús es más que estas lamparitas, porque
ellas reciben durante el día la luz del sol, y al anochecer la reparten… Pero
ellas no son la luz.
En
cambio, Cristo tiene luz propia. Él dijo a los hombres: “Yo soy la Luz, el que
me sigue, no anda en las tinieblas, sino que tendrá la Luz de la Vida”…
¡Ser
luz, tener luz propia!, es el gran deseo del hombre. Si seguimos a Jesús,
poniendo nuestros pies en Sus huellas, “seremos Luz en el Señor”…
¡iluminaremos, y no con un resplandor y rayos prestados, sino que seremos como
lámparas gigantes, que harán ver a los que nos rodean que estamos llenos de
Cristo y, por tanto, damos Vida a los demás y bondad abundante, a manos llenas,
como es nuestro deseo…!
Y
la promesa está también en su Palabra: “Ya no habrá más noche, ni necesitaréis
luz de lámpara o del sol, porque el Señor irradiará luz sobre vosotros y
reinaréis por los siglos de los siglos”…
¡Qué
grande es la Luz de Cristo, qué bello su resplandor en el mundo y en nosotros…!
Hoy
el reto del amor es imitar a Jesús en un rasgo de su Persona que me atraiga, y
ser Luz para mis amigos y hermanos…
VIVE
DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma