“La imagen de la Iglesia que más me gusta es la del santo Pueblo fiel de Dios”
La
tarde de este lunes, 8 de abril, fue presentado en la Pontificia Universidad
Gregoriana de Roma, el libro: “Il popolo secondo Francesco. Una rilettura
ecclesiologica” (El pueblo según Francisco. Una relectura eclesiológica), de
Don Walter Insero y editado por la Librería Editrice Vaticana (LEV).
“Y ahora, comenzamos este camino: Obispo y
pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad
a todas las Iglesias. Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre
nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro”, con estas palabras
pronunciadas por el Papa Francisco desde el Balcón central de la Basílica
Vaticana, en su
primer saludo después de haber sido elegido a la cátedra de Pedro, se
evidenciaba la dimensión esencial del término “pueblo de Dios”.
Revalorización teológica y
pastoral del “Pueblo de Dios”
Término
que sucesivamente en una entrevista dada a La Civiltá Cattolica al
comienzo de su pontificado, el Santo Padre reconocía que “La imagen de la
Iglesia que más me gusta es la del santo Pueblo fiel de Dios”, desde entonces,
el Papa Francisco ha utilizado muchas veces esta definición de la Iglesia
tomada del Capítulo II de Lumen
gentium, la constitución dogmática sobre la Iglesia del Concilio Vaticano
II; realizando de este modo una revalorización teológica y pastoral del “Pueblo
de Dios” que está contenida sobre todo en la Exhortación Apostólica Evangelli
gaudium, considerado el documento programático de su pontificado.
La vocación de Abraham,
origen del Pueblo de Dios
Papa
el Papa Francisco los orígenes de este “modo de concebir la Iglesia”, tienen su
origen en la “pre-historia” de la Iglesia, es por ello que parte del libro del
Génesis, de la llamada de Abraham. “Dios no llama a Abraham como individuo,
sino que involucra a toda su familia, sus parientes y a todos los que están al
servicio de su casa”. Dios pide al patriarca salir, dejar su patria y ponerse
en camino, así comienza a caminar la Iglesia. Es en la vocación de Abraham,
señala el Pontífice, que Dios ha manifestado su proyecto, el de “formar un
pueblo bendecido por su amor, un pueblo que lleve su bendición a todos los pueblos
de la tierra”, un proyecto que no cambia en el tiempo y que está siempre en
acto, que en Cristo ha tenido su cumplimiento y aun hoy, continúa Dios
realizándolo en la Iglesia.
Caminar, edificar,
confesar
En
su primera
homilía pronunciada durante la Misa concelebrada con los Cardenales electores,
el Papa Francisco pone en evidencia el dinamismo que debe caracterizar la
experiencia de la Iglesia en el tiempo, y lo expresa con tres verbos tomados de
la liturgia de la Palabra de ese día: “En la primera lectura, el movimiento en
el camino; en la segunda lectura, el movimiento en la edificación de la
Iglesia; en la tercera, en el Evangelio, el movimiento en la confesión.
Caminar, edificar, confesar”. El Santo Padre con el primer verbo expresa la
importancia del caminar en la experiencia eclesial de la fe, caminar en la
“presencia de Dios”, nuestra vida es un camino, caminar con esa honradez que
Dios pide a Abraham. El segundo verbo, edificar la Iglesia, indica las piedras,
pero piedras vivas, piedras ungidas por el Espíritu Santo. Edificar la Iglesia,
es edificar la Esposa de Cristo, sobre la piedra angular que es el mismo Señor.
Y Finalmente, confesar, se puede caminar cuanto queramos, podemos edificar
muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, algo no funciona. Acabaremos
siendo una ONG asistencial, pero no la Iglesia, Esposa del Señor.
El Pueblo de Dios y sus
raíces en el Vaticano II
El
autor del último volumen editado por la LEV – “El pueblo según Francisco. Una
relectura eclesiológica” – Don Walter Insero dialogando con nuestra colega del
programa italiano de Vatican News, Debora Donnini, dijo que, el Papa Francisco
sigue justamente el Capítulo II de Lumen Gentium. “Los Obispos que habían
participado en el Concilio Vaticano II cuando regresaron a sus iglesias en
América Latina, y especialmente en Argentina, querían traducir el mensaje. Lo
harán gracias a una comisión pastoral, COEPAL, que trabajará gracias al
documento de San Miguel, que permitirá llevar a la Iglesia argentina el mensaje
de la Asamblea General de Medellín de 1968. Es decir, que hay todo un marco, un
trasfondo a considerar.
El
Papa Francisco – precisa Don Walter Insero – crece, se forma en los años en que
conoce a los Pastores que viven esta experiencia, a los Obispos que vivieron el
Concilio y que dan testimonio de esta cercanía al pueblo. Así que el Papa
Francisco toma la categoría de pueblo y restablece la centralidad del pueblo
considerando que el pueblo expresa la idea de un Dios que llama y reúne al
pueblo”. La Iglesia, le gusta decir al Papa Francisco, es el pueblo santo y
fiel de Dios y es el pueblo de Dios que camina en la historia. Él mismo es
Obispo del pueblo porque siempre ha vivido su misión en el pueblo. No mira a la
Iglesia desde arriba, sino que se reconoce a sí mismo como miembro, como
participante de este pueblo.
Renato
Martínez – Ciudad del Vaticano
Vatican
News