1 Domingo Pascua (Ciclo C)
Buenos días, ¡el Señor ha resucitado, la muerte ha
sido vencida y las puertas del cielo han sido abiertas para todos aquellos que
creen en su victoria pascual!
Este es el Misterio central de nuestra fe que cada
domingo rememoramos y hoy, Domingo de Pascua, celebramos de un modo especial.
Como los primeros discípulos, también nosotros estamos
reunidos en el Cenáculo y en medio de nosotros se hace presente el Señor resucitado.
Acojamos con fe su Presencia: escuchemos su Palabra, y
comulguemos en su Cuerpo y Sangre sacramental. Cristo, de un modo anticipado,
nos hace participar ya de su victoria Pascual.
MONICIÓN A LAS LECTURAS
Las lecturas de hoy no se detienen en muchos
argumentos. Simple y llanamente nos anuncian que Jescristo ha resucitado, que
la muerte no tiene poder sobre Él y que, al resucitar, también nosotros
resucitaremos con Él.
El Evangelio es así de sencillo. Lo único que
reclama de nosotros es la fe.
Escuchemos con gozo la Buena noticia que hoy
la liturgia nos proclama y con el salmo cantemos: “Este es el día en que actuó
el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo!
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada petición
respondemos: ¡Danos, Señor, a participar
de tu resurreción!
- Por la Iglesia,
Esposa de Cristo, nacida de la victoria pascual de su Señor, para que entre
todos los pueblos proclame el Evangelio de la salvación. OREMOS.
- Por nuestros políticos que están en plena campaña electoral, para
que, más allá de sus intereses partidistas, convoquen a todos los ciudadanos a
un proyecto común de nación. OREMOS.
- Por los que en
esta noche pascual ha nacido del agua y del Espíritu para que encuentren
comunidades cristiana que les acojan y les acompañe en su camino de santidad. OREMOS.
- Por los enfermos,
por los que tienen muchos dolores, por los que se están al borde de la muerte…,
para que la compañía y el cuidado de los cristianos les revele la cercanía y
solidaridad de Cristo resucitado. OREMOS.
-
Por todos los que formamos parte de nuestra comunidad parroauial, para que
demos testimonio de la alegría pascual en nuestra vida ordinaria. OREMOS.
ORACIÓN FINAL
Señor, Jesús, te adoramos y bendecimos
porque en tu Pascua victoriosa
te has solidarizado con nosotros
y has vencido a todo aquello
que nos encadena y nos hace sufrir
Señor, Resucitado,
Vendedor del pecado y de la muerte,
Gloria a ti por los siglos de los siglos.
Es justo que toda la creación te alabe y te
bendiga
y por nuestro medio reconozca
tu señorío y majestad.
Padre de Bondad y Misericordia,
Creador del cielo y de la tierra,
te adoramos y te bendecimos por tu Hijo,
Jesús.
Tú nos lo has dado como hermano y redentor,
y le has hecho vida y herencia nuestra.
Espíritu del Resucitado,
que vienes a nosotros desde el Padre y el
Hijo,
pon en nuestros corazones la piedad
necesaria
para caer rendidos en adoración ante la
Santa Trinidad,
e inspíranos las palabras necesarias
para que en todo instante y lugar
alabemos y bendigamos su santa gloria.
Amén.