Con la campaña «buscamos sensibilizar a los bautizados, para avanzar con ellos en sinodalidad y corresponsabilidad», pero «también queremos llegar a los que están fuera, en la periferia»
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Foto: José Calderero de Aldecoa |
La Conferencia
Episcopal ha presentado este jueves la campaña del Día de la Iglesia Diocesana, con la que «buscamos
sensibilizar a los bautizados, para avanzar con ellos en sinodalidad y
corresponsabilidad», pero con la que «también queremos llegar a los que están
fuera, en la periferia», ha asegurado Vicente Rebollo obispo responsable del
secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia de la Conferencia Episcopal
Española.
El también
obispo de Tarazona ha afirmado que con este tipo de iniciativas hay gente que
conoce la actividad de la Iglesia y «se acerca después a ella. Algunos vienen
con carencias o vacíos», de ahí el lema de la campa: ¿Y si lo que
buscas está en tu interior? En cualquier caso, Rebollo ha subrayado la
labor de la Iglesia «dispuesta a acoger y a servir» en cualquier
circunstancia.
En último
lugar, el prelado ha explicado que el Día de la Iglesia Diocesana, en esta
ocasión, está íntimamente ligado al tema de las vocaciones, un ámbito en el que
«nos estamos centrando este año desde la CEE». El colofón, ha concluido, «será
el Congreso Nacional de Vocaciones», que se celebrará en Madrid del 7 al 9 de
febrero.
Primer
peldaño
De igual forma,
el director del secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, José María Albalad ,ha insistido en el tema de la
vocación y ha explicado que «el Día de la Iglesia Diocesana quiere ser un
primer peldaño de ese congreso de vocaciones que celebraremos en febrero».
En este
sentido, ha definido la vocación como «un regalo único de Dios», que «nos abre
un horizonte de esperanza» y «nos invita a vivir el sueño de Dios para cada
uno».
Sobre el lema
de la campaña, Albalad ha asegurado que se trata de «una pregunta sugestiva»
lanzada para «que toda la sociedad pueda llenar sus vacíos o carencias,
independientemente de sus circunstancias». Al final, «todos tenemos en común la
búsqueda de la felicidad, lo que ocurre es que hay que preguntarse si uno la
está buscando en el lugar adecuado».
Quizá —ha
concluido— «hay que mirar dentro de uno mismo, porque hay muchas vidas vacías,
pero Dios puede llenarlas todas».
José Calderero de Aldecoa
Fuente: Alfa y Omega