El Pontífice y el Rey de Marruecos exhortan
preservar la ciudad santa, patrimonio común para la humanidad y de las tres
religiones: Islam, cristianismo y hebraísmo
No estaba en el programa oficial: Una
declaración del Papa Francisco y del rey de Marruecos y Príncipe de los
Creyentes, Mohamed VI, pidiendo que Jerusalén sea considerada una Ciudad
abierta, patrimonio de la humanidad y que en ella puedan entrar sin
restricciones todos los creyentes.
“Consideramos
importante preservar la Ciudad Santa de Jerusalén / Al Qods Acharif como patrimonio
común de la humanidad y, sobre todo, para los fieles de
las tres
religiones monoteístas, como lugar de reunión y símbolo de convivencia
pacífica, en el que se cultivan el respeto mutuo y el diálogo”,
se lee en el documento común firmado por el papa Francisco y el Rey Mohammed VI
este 30 de marzo de 2019 en el Palacio Real de Rabat.
Con motivo de la visita al Reino de
Marruecos, el papa Francisco y el Rey Mohamed VI, reconociendo la singularidad
y lo sagrado de Jerusalén / Al Qods Acharif y teniendo en cuenta su importancia
espiritual y su peculiar vocación de Ciudad de la Paz exhortaron a preservar la
Ciudad Santa.
En
el documento común se reafirma “el carácter multirreligioso específico, la
dimensión espiritual y la peculiar identidad cultural de Jerusalén / Al Qods
Acharif que deben ser preservados y promovidos”.
“Esperamos, por lo tanto, que en la Ciudad
Santa se garantice la plena libertad de acceso a los fieles de las tres
religiones monoteístas y el derecho de cada uno a ejercer su propia adoración,
de modo que en Jerusalén / Al Qods Acharif, sus fieles se levanten en oración
a Dios, creador de todo, por un futuro de paz y hermandad en la
tierra”, concluyen en el documento firmado por el Rey
Mohamed VI Amir al Mouminine y el papa Francisco.
El texto ha sido leído en italiano y en lengua árabe y firmado en el Palacio
Real.
Se trata de un importante documento que
busca poner de acuerdo a las principales religiones monoteístas sobre un lugar
común y sagrado.
Por ejemplo,
el Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas es un lugar emblemático
de Jerusalén para judíos y musulmanes.
La ciudad
vieja de Jerusalén concentra como pocos en el mundo las raíces de judíos,
cristianos y musulmanes.
Lugar sagrado
del judaísmo que alberga el Muro de las Lamentaciones, único vestigio del
Segundo Templo. Junto a él, el tercer lugar más santo del islam, tras Meca y
Medina: la Mezquita de al-Aqsa.
Asimismo,
para los cristianos, la “Tierra Santa es la tierra por excelencia del diálogo
entre Dios y la humanidad. Un diálogo culminado en Nazaret entre el Ángel
Gabriel y la Virgen María, un evento al que también se refiere el Corán”,
manifestó Francisco en 2017 ante el comité palestino de visita en el Vaticano.
Con el
conflicto árabe-israelí de fondo, la pugna por el rezo y la soberanía de este
territorio sigue activa en estos días.
En pasado,
Francisco ha hecho diversos llamamientos para reconocer Jerusalén como una
ciudad única, sagrada para los judíos, los cristianos y los musulmanes, que
veneran los Santos lugares de sus respectivas religiones y que debería tener
una vocación especial a la paz (6.12.2017. Audiencia Pablo VI del Vaticano).
El Papa está
preocupado porque se respete el statu
quo de la ciudad de Jerusalén de conformidad con las pertinentes
Resoluciones de las Naciones Unidas en beneficio de la Tierra Santa, de Oriente
Medio y para evitar agregar nuevos elementos de tensión en un mundo ya
convulsionado y marcado por muchos y crueles conflictos.
Por décadas
el estatus de Jerusalén ha sido objeto de contienda entre israelíes y
palestinos que la reclaman como su capital.
Actualmente,
la Comunidad Internacional no reconoce los reclamos de Israel y Palestina que
en 1980, respectivamente, han declarado la ciudad como su capital. Los
palestinos se asignaron la parte Este como sede de su estado y los israelíes
toda la urbe. Esto también marcó contiendas religiosas.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia