COLABORACIÓN DE JUAN CARLOS CARVAJAL PARA ESTE DOMINGO

7 Dom. Tiempo Ord. (Ciclo C)

MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días, hermanos, sed bienvenido a la celebración de la Eucaristía.
La Misa dominical es el centro del Domingo, en ella el Señor se nos hace presente y nos une a Él para darnos a participar de la salvación que nos ha alcanzado en su Pascua.

No podemos vivir esta celebración de un modo rutinario; en ella se juega el sentido de nuestra vida y el futuro de nuestra existencia. 

Dispongámonos a celebrar con fe este Misterio por el que Cristo nos anticipa el Banquete del Reino que nos tiene preparado junto al Padre.


MONICIÓN A LAS LECTURAS

El amor goza de buena prensa entre nosotros. Todos queremos amar y ser amados. Todos deseamos encontrar un gran amor. Pero realmente, ¿sabemos qué es amar?, ¿cuál es su medida?, ¿dónde se halla su límite?  

Las lecturas que hoy vamos a escuchar nos manifiestan la desmesura del amor cristiano, un amor que supera todo calculo, un amor por el cual estamos llamados a asemejarnos a nuestro Padre Misericordioso.

Escuchemos con atención la Palabra divina y convirtámonos de corazón a la senda que el Señor abre delante de nosotros.

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada suplica respondemos: ¡Danos, Señor, amar como Tú nos amas!

- Por el Papa, los Obispos y sacerdotes, para que ejerzan su ministerio pastoral dando testimonio de la caridad de Cristo, Buen Pastor. OREMOS.

- Por las instituciones sociales, económicas  y políticas de nuestro país, para que promuevan el bien común y se pongan al servicio de la concordia entre los españoles. OREMOS.

- Por los que en su corazón anida el odio y el rencor, por los que no pueden perdonar a los que les han ofendido, para que la paz de Cristo se trasforme en misericordia y en perdón. OREMOS.

- Por lo jóvenes y adultos que la semana que bien van a recibir el sacramento de la Confirmación, para que lo vivan con fe y sean fieles al don que van a recibir. OREMOS.

- Por la próxima vista pastoral del Obispo a nuestra parroquia, para que suponga para todos nosotros una experiencia verdadera de Iglesia. OREMOS.

ORACIÓN FINAL

Gracias, Señor Jesús,
porque al entregarte en la Cruz
y al implorar el perdón sobre la humanidad
manifestaste el verdadero alcance
de tu enseñanza sobre el amor a los enemigos:
la desmesura de la misericordia del Padre
y un perdón que es más fuerte que el odio y el rencor.

Señor, bien sabes lo que nos cuesta
vivir el mandato del amor con plena gratuidad
y como muchos de nuestros comportamientos
son movidos por nuestros propios intereses.
Señor, también conoces
lo que nos duelen las ofensas que nos hacen
y cómo nos resistimos a perdonarlas y olvidarlas.

Te pedimos, Señor Jesús,
que tu Espíritu ablande nuestros corazones,
que Él sea el que nos hagan crecer en generosidad
en reconocer en nuestros enemigos unos hermanos
y en perdonar toda ofensa que nos puedan hacer.

Espíritu de amor haznos crecer en bondad,
para que seamos capaces
de dar testimonio de la redención de Cristo
devolviendo bien por mal y perdón por rencor.
Amén.