“La
JMJ es un caminar juntos, bajo la Cruz, hacia Cristo”
Pedro
Guevara Mann, sacerdote panameño y Director Artístico de la JMJ Toronto 2002
comparte, a través de Zenit, durante estas semanas, un poco de su
experiencia con la JMJ –la Jornada Mundial de la Juventud– y explicar los
orígenes de este encuentro de la Iglesia Universal.
“La
JMJ es un caminar juntos, bajo la Cruz, hacia Cristo, para encontrarnos con el
Santo Padre y la Iglesia, con los unos y los otros, para aprender acerca y
celebrar nuestra fe y lo hacemos en espíritu de reconciliación y alabanza, de
la mano de María” escribe Guevara en el octavo artículo de la serie El Por Qué de la JMJ.
Del
22 al 27 de enero de 2019, se celebrará en la Ciudad de Panamá la Jornada
Mundial de la Juventud, y el Papa Francisco llegará al país
centroamericano el miércoles, 23 de enero de 2108 para encontrarse con los
jóvenes peregrinos.
Pedro
es diácono permanente en la arquidiócesis de Toronto, en Canadá donde trabaja
como productor de TV para Salt + Light Catholic Television.
Sigue la reflexión del
diácono Pedro Guevara:
¡Proclamen desde los
techos!
En
1995 la JMJ viaja al pacifico sur, a las Filipinas. La misa final en
Manila fue el evento más grande en la historia católica, quizás, solo después
del funeral de Juan Pablo II. Me parece interesante que los eventos más grandes
no fueron la bienvenida del Papa ni la Vigila; sino la Misa de Envío, a la que
asistieron 5 millones de peregrinos. La Misa es siempre el evento más
concurrido. Los jóvenes quieren ir a Misa. Es por eso que cada Jornada comienza
con una Misa y termina con una Misa. Cada Catequesis termina con Misa. La
Eucaristía es la razón por la cual nos reunimos como católicos.
La
Iglesia enseña que la Eucaristía es la fuente y cumbre de nuestra vida
cristiana.
En
la Eucaristía entramos en comunión con Cristo y los unos con los otros. Es la
Eucaristía la que le da significado a la Cruz. Es nuestra fuente – de ahí nace
todo – y nuestra cumbre: la cima de nuestro peregrinar. Es todo en
nuestra vida cristiana. Pues claro que es una parte primordial de toda JMJ.
En
el 2005, en Colonia, Alemania, la Vigilia del sábado fue adaptada para incluir
un momento de adoración al Santísimo. Eso lo hicieron porque el lema de ese año
fue, “hemos venido a adorarlo”. Esta es otra razón por la cual nos encontramos
en la JMJ: para adorarlo y lo hacemos frente a su Presencia Real. Encontramos a
Cristo en la Eucaristía y también lo encontramos en el Santísimo Sacramento.
Quizás
algunos de ustedes se sentirán incómodos con la idea de alabar a Dios. Pero
cuando de verdad amamos a alguien, se lo decimos. O les decimos lo bien que se
ven. A veces cuando amamos a alguien decimos que los adoramos. Lo que
pasa es que como no conocemos de verdad a Jesús – no sabemos adorarlo.
Jesús
nos encuentra en el Sacramento de la Eucaristía y también nos encuentra en el
Santísimo Sacramento – en la Adoración. Desde el 2005, todas las Vigilias han
incluido un momento de Adoración y en todas, desde el 2005, en el campo de la
Vigilia y la Misa de Envío hay una carpa donde hay adoración perpetua.
En
1997, en Paris, Francia, la JMJ introdujo el Festival de la Juventud. Este es
un aspecto de la Jornada que asegura que los jóvenes sean co-productores del
evento. En Paris, la mayoría de los eventos fueron organizados por movimientos,
asociaciones laicas y comunidades religiosas. En Toronto muchos de los eventos
fueron organizados por individuos. Hubo eventos de comunidades de Rito
Oriental, de grupos Indígenas y para gente con discapacidades. En Toronto
tuvimos más de 400 eventos en el Festival Juvenil: música, danza, teatro,
encuentros culturales y religiosos, encuentros de oración, grupos de discusión,
y un festival de cine. Quizás este es el elemento que más tiene sentido: La JMJ
es una celebración y el Festival Juvenil captura ese elemento.
También
es el elemento que le permite a los que no son peregrinos de la JMJ a tener un
poco de la experiencia de la JMJ, ya que todos los eventos del Festival son
gratis y abiertos al público en general. Es una gran forma de evangelizar. No
es catequesis, ni enseñanza – es simplemente cultura, música, entretenimiento.
Eso es lo que le gusta a la gente. Pero se hace no solamente para que los
peregrinos y el público se encuentren los unos con los otros, sino que se hace
para que se encuentren con Cristo.
El
Festival de la Juventud también es celebración. Cuantas veces decimos que la
misa es una celebración: le decimos “celebración eucarística” pero en vez de
ser celebración, parece funeral. Están todos con cara de amargados – con el
cura regañándolos – con los cantos malísimos; todo el mundo distraído –
ausentes…. Eso no es celebración. Si hay algo que la Iglesia de Latinoamérica
tiene es que, ¡nuestras misas si son celebraciones! La JMJ es una gran
celebración y por eso es que nos ofrece la mejor música y la mejor liturgia
–¡es un espectáculo! ¿Por qué? Porque es celebración – y porque lo
hacemos para Dios.
Bueno,
¿qué es lo que tenemos por ahora? La JMJ es un caminar juntos, bajo la Cruz,
hacia Cristo, para encontrarnos con el Santo Padre y la Iglesia, con los unos y
los otros, para aprender acerca y celebrar nuestra fe y lo hacemos en espíritu
de reconciliación y alabanza, de la mano de María.
No
podemos hablar de la JMJ sin hablar de los Santos. Eso lo haremos la próxima
semana.
Pedro Guevara Mann
Fuente:
Zenit
