Al Arzobispo Emérito de Caracas le fue adjudicada una “falsa
noticia”, difundida por un destacado “influencer” en Twitter, sin verificar que
recibía el “Tubazo” desde una cuenta falsa
Más que sorprendido se encontraba el
cardenal Jorge Urosa Savino, la mañana de este domingo 27 de enero de 2019.
Apenas regresaba la noche anterior a Venezuela y descansaba de un viaje a Roma
donde atendió funciones propias de su condición de Purpurado activo de la
iglesia católica.
Sin embargo, las redes sociales
–que nunca descansan- lo tenían en el centro de una falsa noticia que tomaba
como fuente una cuenta apócrifa pero adjudicada a su nombre en Twitter.
El tema es un asunto delicado: la
presunta solicitud de alojamiento por parte de Nicolás Maduro junto a otras
cinco personas en la Nunciatura Apostólica de Venezuela, en Caracas.
Sin dudas, un terremoto informativo dada la
circunstancia que se vive en el país. La supuesta noticia fue publicada por el
destacado influencer, Federico Alves, teniendo como base una cuenta falsa a
nombre del Purpurado.
Muy presto para desmentir este
hecho, el arzobispo emérito de Caracas habló con Aleteia a través del hilo
telefónico. “En
primer lugar, es bueno ratificar que no tengo ninguna cuenta en Twitter y esa
que me han utilizado en mi nombre, en varias ocasiones la hemos desmentido
totalmente desde la Arquidiócesis de Caracas”, dijo.
“Yo no he hablado absolutamente
nada con el señor que publicó la falsa noticia. Por supuesto, todo el contenido
es un montaje falso, por lo cual me veo en la obligación de desmentirlo
absolutamente”, dijo de manera categórica Jorge Urosa Savino.
¿Qué
escribió Federico Alves?
Todavía era muy temprano: la
1:23 de la mañana, cuando Federico Alves publicó en Twitter una supuesta
primicia informativa: “Nicolás Maduro pidió a la nunciatura que tuvieran listo
alojamiento para él y 5 personas más. El Nuncio aceptó y están preparando donde
alojarlos. Que me desmienta la nunciatura y publico la evidencia”, indicaba en
el primero de varios escritos en forma de “hilo”.
El segundo escrito llevaba
implícita la falsedad de la información y Federico la acompañó de una imagen
capturada a un celular mostrando una supuesta conversación con el que maneja la
cuenta falsamente adjudicada al cardenal Urosa. “La fuente para que no digan
que es un invento mío. Lamento tener que publicar esto pero el país debe
saberlo”, escribió, al tiempo que añadía la imagen.
“Las necesidades de la guerra
hacen que todos debamos realizar sacrificios en aras de salvar al país. El
Cardenal y yo no somos la excepción a esta regla. Todo es para salvar vidas de
inocentes. Pongan las cosas en la balanza y verán que fue una decisión
correcta, el mal menor”, decía Alves quien se describe en su perfil como una
economista de la UCV y al parecer está residenciado en Florida, Estados Unidos.
Si bien en ningún momento citó
el nombre del cardenal Urosa, fue evidente con la captura adjudicada intentaba
achacarle el contenido de la “Fake News”, lo cual puso en alerta a sus lectores
y a otros que muy temprano ya estaban activo en Twitter.
“Con el respeto que Usted
merece, hay dos cuentas que dicen ser del cardenal. ¿De ser cierto, por qué
usted revela la fuente si se lo pide específicamente? Yo comparto sus ganas de
salir de este régimen, pero debemos tomarnos las cosas con calma y verificar
bien las fuentes. Buenas noches”, le decía el usuario de Twitter @Daniel_fer.
No
podrán minar la credibilidad de la Iglesia
En reiteradas ocasiones los
piratas del ciber espacio han pretendido adjudicarse cuentas falsas en nombre
del Arzobispo de Caracas y envían mensaje que contradicen la Iglesia venezolana
para desacreditarla. Uno de los desmentidos sobre la cuenta que todavía no ha
sido retirada de la red social del pajarito, fue en el 5 de diciembre de 2016.
En otras ocasiones ha ocurrido
lo mismo con la Conferencia Episcopal Venezolana, cuya cuenta también han
intentado falsificar. Monseñor Ovidio Pérez Morales (@OvidioPerezM), uno de los
activos en estos espacios de la “autopista de la información”, ha escrito: “Iglesia bajo
ataque oficial desde diferentes frentes: asaltos a casas, clonación en redes,
ataques en medios. Objetivo: minar credibilidad”.
Ramón Antonio Pérez
Fuente:
Aleteia