Este sacramento
también es llamado “baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo”
“Por el
Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos
a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes
de su misión”, dice el Catecismo de la Iglesia Católica (CCI 1213).
Te presentamos
5 cosas que tal vez no sabías de este sacramento, puerta para los otros
sacramentos.
1. Se inició
con los Apóstoles
“Desde el día
de Pentecostés la Iglesia ha celebrado y administrado el santo Bautismo. En
efecto, san Pedro declara a la multitud conmovida por su predicación:
‘Convertíos [...] y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de
Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo’ (Hch 2,38)” (CCI 1226).
San Higinio,
pontífice aproximadamente entre los años 138 al 142, instituyó el padrino y la
madrina en el bautismo de los recién nacidos para que guíen a los pequeños en
la vida cristiana.
2. Tiene varios
nombres
Bautizar, del
griego “baptizein”, significa “sumergir” o “introducir dentro del agua”. Esta
inmersión simboliza el acto “el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de
Cristo, de donde sale por la resurrección con Él” (CCI 1214).
Este sacramento
también es llamado “baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo”,
así como “iluminación” porque el bautizado se convierte en “hijo de la luz”.
San Gregorio
Nacianceno decía que es “Don, porque es conferido a los que no aportan nada; gracia,
porque es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es
sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son
los que son ungidos); iluminación, porque es luz
resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra vergüenza; baño,
porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía
de Dios”.
3. Se renueva
cada año
“En todos los
bautizados, niños o adultos, la fe debe crecer después del Bautismo. Por
eso, la Iglesia celebra cada año en la vigilia pascual la renovación de
las promesas del Bautismo. La preparación al Bautismo sólo conduce al
umbral de la vida nueva. El Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo,
de la cual brota toda la vida cristiana” (CCI 1254).
4. Un no
bautizado también puede bautizar
Dice el
Catecismo de la Iglesia Católica (1256) que “son ministros ordinarios del
Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono
(cf CIC, can. 861,1; CCEO, can. 677,1). En caso de necesidad, cualquier
persona, incluso no bautizada, puede bautizar (cf CIC can. 861, § 2) si
tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria”.
“La intención
requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar. La
Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica universal de
Dios (cf 1 Tm 2,4) y en la necesidad del Bautismo para la salvación (cf Mc
16,16)”(CCI 1253).
5. Es un sello
único y permanente
“El Bautismo
imprime en el cristiano un sello espiritual indeleble (character) de su
pertenencia a Cristo. Este sello no es borrado por ningún pecado,
aunque el pecado impida al Bautismo dar frutos de salvación (cf DS
1609-1619). Dado una vez por todas, el Bautismo no puede ser reiterado” (CCI
1272).
Fuente:
ACI Prensa