8 razones por las
que un colegio católico te aporta seguridades en la educación de los niños
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Escoger para
tus hijos una escuela católica es una opción. Y puede ser una
opción excelente si la escuela sigue su ideario al cien
por cien. ¿Cuál es su valor esencial, al que nunca renuncian este tipo de
centros? La educación integral de la persona siguiendo los valores
cristianos.
Más de quinientos
representantes de las escuelas católicas españolas se reunieron en Barcelona (España)
el pasado fin de semana en un primer Simposio de Educación Católica.
Su tema central fue la identidad y de él
salieron varios tips que interesan a los padres:
- La auténtica escuela católica favorece la formación integral de la persona. Para ello, parte de la antropología y trabaja la pedagogía, la psicología y la didáctica. Los modelos escolares fallan cuando solo se basan en la psicología y la didáctica. Esta es una idea de Javier Cortés, director del colegio Summa Aldapeta, de San Sebastián y autor de libros de Religión.
- Una escuela católica al cien por cien no tiene miedo a la innovación y a la creatividad. Es Dios quien deja escrito en la Biblia: “Yo hago nuevas todas las cosas”, por lo que es el Creador quien suscita renovación y cambio a mejor. Aportó esta idea la religiosa Nuria Miró, directora del Colegio Montserrat de Barcelona, un concertado que aparece en las primeras posiciones de todos los rankings por su proyecto educativo, los idiomas, la ratio de alumnos y las instalaciones.
- Los colegios católicos están haciendo un esfuerzo por mantener su identidad y ser fieles a lo que cada fundador indicó. La hermana María Jesús Torrente, del colegio Pureza de María de Barcelona, señala que en su centro se nota la preocupación maternal por las personas porque este es un rasgo que dejó la fundadora, Cayetana Alberta Giménez. Aunque se la llama “Madre Alberta” no fue religiosa sino esposa y madre de familia.
- Los colegios católicos están llamados a crear una cultura cristiana de raíz, algo que va mucho más allá de dar clase de religión. Por eso se impregna de sentido cristiano toda la vida del colegio.
- La identidad religiosa es lo que hace atractivos los colegios católicos. No se trata de una aspiración sino de una exigencia. Eso implica defender sus derechos ante posibles leyes injustas en algunos países.
- El auténtico colegio católico no se avergüenza de serlo ni lo esconde. Josep Maria Romagosa, expresidente de la Confederación Cristiana de Asociaciones de Padres y Madres de Cataluña, reclamó que esta identidad “sea fuerte y sea visible”.
- Los colegios católicos ayudan a los padres y les enseñan cómo educar a los niños. Josep-Manuel Prats, presidente de FAPEL (Federación de Asociaciones de Padres de Escuelas Libres) y vicepresidente de la EPA (European Parents Associaciation) aportó un dato revelador: “Nuestros hijos pasan, en total, solo un 11 por ciento de su vida escolar en el colegio. Por lo tanto, pedimos a los colegios que nos enseñen cómo educarlos en ese 89% de tiempo restante”.
- Los colegios católicos tienen la libertad y el derecho a rechazar los contenidos que vayan contra su ideario. El alcance de los derechos educativos es enorme, por lo que se puede acudir a los tribunales cuando sea necesario. Lo recordó el profesor de Derecho Administrativo Juan José Guardia, de la Universidad Abat Oliba-CEU San Pablo.
Dolors Massot
Fuente: Aleteia